La Habana, 17 jun (PL) Luis Almagro salió trasquilado de la 46 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) realizada en Santo Domingo, pero si le sirve de consuelo el gran derrotado no fue él, sino Estados Unidos.© OEA/OAS
Una mayoría de 19 miembros aprobó remitir al Consejo Permanente evaluar la actuación de Almagro, su secretario general, por no respetar la institucionalidad y normativas de la OEA y actuar como su procónsul al tratar de imponer la Carta Democrática a Venezuela, vieja treta de Washington para respaldar acciones intervencionistas ulteriores.
Es cierto que se trata de una votación histórica, solo con con 12 votos en contra,
en tanto es la primera vez que un testaferro de Estados Unidos es cuestionado como secretario general del organismo, tradicionalmente el mensajero del Departamento de Estado en la institución.
Pero el aleccionador hecho no debe ocultar lo más importante ocurrido en Dominicana cual es el retroceso, aunque sea táctico, del secretario de Estado, John Kerry, quien en el discurso inaugural trató de imponer pautas a sus interlocutores para que apoyaran las posiciones de Estados Unidos y la oposición venezolana contra el presidente Nicolás Maduro y la Revolución bolivariana.
Como dicen los pescadores, tuvo que recoger pita y retirar el anzuelo vacío e incluso declarar que el interés de su gobierno no era provocar la salida de Venezuela de la OEA como en varias ocasiones anteriores había declarado Almagro y el propio Kerry.
Comentario: Bien dicho, Sr. Putin; y muy al blanco también. Para saber más acerca de la democracia estadounidense comparada con la rusa y la siria, le recomendamos leer: ¿Son Siria y Rusia más democráticas que los EE.UU.?
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