El nombre de la empresa "BAC Consulting", con sede en Budapest, apareció por primera vez en una declaración de un fabricante taiwanés, Gold Apollo, cuya etiqueta aparecía en los localizadores que explotaron ayer en todo Líbano y más allá. Gold Apollo declaró que no fabricaba los dispositivos y que éstos habían sido fabricados por su socio húngaro, BAC Consulting.
Fátima Abdullah, de 9 años, fue una de los dos niños entre las 12 personas asesinadas en el primer día de la matanza israelí en Líbano.
"El producto no era nuestro.
Sólo llevaba nuestra marca", declaró el miércoles a la prensa el fundador y presidente de Gold Apollo, Hsu Ching-kuang, en las oficinas de la empresa en la ciudad septentrional taiwanesa de Nuevo Taipei.
"Puede que no seamos una gran empresa, pero somos una empresa responsable", afirmó. "Esto es muy vergonzoso".
Gold Apollo afirmó en un comunicado que el modelo de localizador AR-924
fue producido y vendido por BAC, que, según dijo, estaba autorizada a utilizar su marca para la venta de productos en regiones específicas.
"El diseño y la fabricación de los productos corren enteramente a cargo de BAC", decía el comunicado.
Hsu dijo
que había habido problemas con las remesas de BAC. "La remesa era muy extraña", dijo, añadiendo que
los pagos habían llegado a través de Oriente Medio.
El Ministerio de Asuntos Económicos de Taiwán declaró que, desde principios de 2022 hasta agosto de este año, Gold Apollo exportó 260.000 juegos de localizadores, incluidos más de 40.000 juegos entre enero y agosto de este año.
El Ministerio dijo que los localizadores se exportaron
principalmente a países europeos y americanos y que no tenía constancia de exportaciones directas de localizadores Gold Apollo a Líbano.