En otras entradas hemos hablado del caso de
Almudena Ariza como portavoz de los yihadistas sirios de Al Qaeda en TVE y de
Raffi Berg con funciones equivalentes en la CIA y el Mosad en la BBC.
No son casos aislados; cada vez hay más mercenarios así en los medios. Hace años ya informamos de otro intoxicador profesional, como
Mikel Ayestarán, al que se le vio mucho el plumero durante la Guerra de Siria, aunque ninguno alcanza la talla de
Clarissa Ward, de la cadena CNN.
Toca hablar ahora de Declan Walsh, actual corresponsal del
New York Times en África, que desde hace años es un propagandista a sueldo de Qatar, otro tipo de periodista que no escribe gratis. Lo mismo que el
New York Times, son la voz de su amo. El que paga manda.
Declan Walsh, actual corresponsal del New York Times en África