Los grupos parlamentarios de la oposición dan por seguro que hubo descoordinación y mala organización, lo que motivó que un grupo de policías quedase aislado y seriamente amenazado por unas decenas de violentos mientras el grueso del dispositivo policial, con 1.750 agentes, estaba apostado en lugares donde nada ocurría.
Comentario: Bastante sospechoso, ya que este grupo que quedó aislado fue porque les obligaron a permanecer quietos y no defenderse, mientras que el resto de los 1750 agentes se movían y atacaban a la población con total libertad. ¿Por qué obligaron los altos mandos a este pequeño grupo a permanecer quietos cuando el mismo grupo estaba avisando que estaban siendo agredidos por violentos? ¿Por qué los altos mandos no dejaban a este grupo acorralado defenderse y sí al resto? ¿Acaso lo que querían era que sus agentes fueran agredidos? ¿Otra manifestación más manchada de violencia por parte de falsos grupos violentos orquestados desde las cloacas del Estado?
Este mismo miércoles el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, ha anunciado que comparecerá en el Congreso, cuando concluya la investigación interna, aunque ya habían solicitado formalmente su presencia el PSOE, e Izquierda Plural. UPyD, por su parte, ha pedido la del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes. Pero todos los grupos de la oposición se hacen la misma pregunta: "Un dispositivo de 1.750 policías no pudo contener a las decenas de violentos del 22-M?".
Comentario: Parece claro que no fue un problema de descoordinación, sino que todo estaba preparado para que ese pequeño grupo fuera atacado. La propia policía, mediante "operativos parapoliciales", se asegura de que se agreda a sus agentes para poder justificar así cargas policiales violentas contra la población. ¿Son conscientes los policías de a pie que están siendo utilizados? ¿Son conscientes de que su integridad física no les importa nada a sus mandos superiores?