
© Desconocido
Al subir la calle empedrada de Cerro de San Pedro, ciudad cuna de San Luis Potosí, se observan casas de roca y adobe, la antigua Iglesia del pueblo, el paisaje tapizado de cactus; un escenario de 1910... Sin embargo una explosión da vuelta a la realidad: es el año 2011, a espaldas del poblado hay un cráter de 500 metros de diámetro y 150 de profundidad.
De allí, la Minera San Xavier SA de CV, extrae 12 mil 500 onzas de oro cada mes con un valor de 227 millones de pesos en el mercado,
opera las 24 horas del día empleando alrededor de 32 millones de litros de agua diarios y 16 toneladas de cianuro, a pesar de que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) le retiró la autorización en materia de impacto ambiental desde noviembre de 2009.
Desde agosto de 2010 ni los inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), pueden entrar a inspeccionar la mina para ver si la empresa, propiedad de la canadiense New Gold, opera conforme a las leyes ambientales mexicanas.
En noviembre de 2009, la Semarnat retiró la autorización en materia de impacto ambiental que había otorgado a la Minera San Xavier en 2006, la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) argumentó que la explotación de la mina iba contra el Plan de Ordenamiento Ecológico de San Luis Potosí y zonas conurbadas que señalaba la zona del municipio de Cerro San Pedro como un área de protección de flora y fauna.