Traducido por Silvia Arana para
Rebelión

© Desconocido
La Dra. Silvia Quintela fue "desaparecida" por los escuadrones de la muerte en Argentina en 1977 cuando estaba embarazada de cuatro meses con su primer hijo. Fue mantenida con vida en una base militar hasta que dio a luz a su hijo y luego, al igual que otras víctimas de la junta militar, fue probablemente drogada, desnudada, encadenada a otras víctimas inconscientes y apilada en un avión de carga que formaba parte de los "vuelos de la muerte" en los que se eliminó a una cifra estimada de 20.000 personas desaparecidas. Los vuelos militares con su carga humana inerte volaban sobre el Atlántico de noche y los cuerpos encadenados eran arrojados en el océano. La Dra. Quintela, que trabajaba en las villas miserias de la ciudad de Buenos Aires, tenía 28 años cuando fue asesinada.
Un médico militar, el Mayor Norberto Atilio Bianco, que fue extraditado el viernes desde Paraguay a Argentina por tráfico de bebés, está acusado de haberse apropiado del bebé de la Dra. Quintela al igual que de una
docena, quizás cien, niños más. Los niños fueron entregados a familias militares en adopción. Testigos reportaron haber visto a Bianco, quien estaba a cargo de la unidad clandestina de maternidad que funcionó durante la Guerra Sucia en el hospital militar de Campo de Mayo,
sacando personalmente a los bebés del hospital. También se quedó con uno de los niños. El jueves, en Argentina, se
condenó al General Retirado Héctor Gamen y al Coronel Hugo Pascarelli
por crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino "El Vesubio", adonde 2.500 personas fueron torturadas entre 1976 y 1978. Fueron condenados a cadena perpetua. Desde el 2005, con la anulación de la ley de amnistía que protegía a los militares, Argentina ha abierto juicios contra 807 personas por crímenes de lesa humanidad, de los cuales, hasta ahora sólo 212 han recibido sentencia. Ha sido, para aquellos de nosotros que vivimos en Argentina durante la dictadura militar, una marcha dolorosamente lenta hacia la justicia.