Los Dueños del Circo
En este contexto hay que leer el reciente estallido social de los marginales en Gran Bretaña, el movimiento de los Indignados en España, y las protestas masivas contra el ajuste en Grecia, Italia y Francia.
La crisis fiscal de los Estados (que se expande por todo la eurozona) ya derivó en "crisis social" por medio de dos actores centrales: La baja de la capacidad de consumo y el desempleo crónico, que ya afecta a casi el 10% de la población, principalmente a los sectores más pobres y vulnerables de la sociedad europea y estadounidense.
Pero a ese escenario emergente de la crisis que se proyecta desde el capitalismo central a la periferia, hay que agregar un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en París: El 60% de la población activa mundial trabaja sin contrato de trabajo ni prestaciones sociales.
"Hay un claro vínculo entre empleo informal -sin contrato- y la pobreza", indica el informe que pronostica que en 2020 el trabajo sumergido implicará al 66% de la población.
La "crisis social" afecta de manera diferente en la pirámide social: En las clases altas y medias se proyecta como una "reducción del consumo" (principalmente suntuario), en cambio en las clases bajas y marginales se expresa en la desocupación y en una restricción del consumo de los productos básicos para la supervivencia (principalmente alimentos y servicios esenciales).
Este sinfín de pesadillas, o esta pesadilla sin fin, nos tendrá atrapados mientras esos intereses no sean drásticamente sometidos y algunos hundidos en la historia para siempre.
La edad de oro del capitalismo, especialmente del desarrollado, corrió en el marco de políticas keynesianas de 1945 a 1973. Keynes le había dado al mundo las herramientas de las políticas anticíclicas. En términos macroeconómicos abstractos, las cosas eran simples: todo giraba en torno a la demanda agregada. Si ésta caía, y aumentaba el desempleo, era menester reducir las tasas de los impuestos para estimular el consumo, disminuir la tasa de interés para elevar la inversión de las empresas, aumentar el gasto público y aun devaluar en algún grado el tipo de cambio para impulsar las exportaciones. Lo contrario era necesario si la economía se aproximaba al pleno empleo y por ende la inflación amenazaba.
Estas políticas funcionaron en un contexto histórico específico. Una tasa anual positiva, notable y constante de la tasa de productividad industrial, y una creencia generalizada de que los combustibles fósiles eran inagotables, y su precio, por ello mismo, era acentuadamente reducido. Con todo, desde los primeros años sesenta una gran falla había sido detectada en el diseño del sistema internacional de pagos que en 1945 impusieron los estadunidenses en Bretton Woods, en contra precisamente de Keynes. Si el dólar era prácticamente el único medio de pago internacional, la única forma de abastecer de medios de pago al mundo cuyo comercio creciente los demandaba, era mediante la generación de un déficit permanente en la balanza de pagos gringa.
La creencia en este tema, efectivamente, está muy difundida. Y con cierta razón, si bien habría que hacer cierto número de precisiones. Para empezar, la decadencia ha sido constante desde el punto culminante del poderío de Estados Unidos, luego de la Segunda Guerra Mundial, y el notable triunfalismo de los años 90, después de la guerra del Golfo, fue básicamente un autoengaño.
Otro tema común, al menos entre quienes no se ciegan deliberadamente, es que la decadencia de Estados Unidos, en gran medida, es autoinfligida. La ópera bufa que vimos este verano en Washington, que disgustó al país y dejó perplejo al mundo, podría no tener parangón en los anales de la democracia parlamentaria.
El espectáculo incluso está llegando a asustar a los patrocinadores de esta parodia. Ahora, al poder corporativo le preocupa que los extremistas que ayudó a poner en el Congreso de hecho derriben el edificio del que dependen su propia riqueza y sus privilegios, el poderoso estado-niñera que atiende a sus intereses.
La supremacía del poder corporativo sobre la política y la sociedad -por lo pronto básicamente financiera- ha llegado al grado de que las dos formaciones políticas, que en esta etapa apenas se parecen a los partidos tradicionales, están mucho más a la derecha de la población en los principales temas a debate.
Son miembros de 12 familias; el bombardeo fue una forma de apoyar la entrada de los rebeldes por el sur de Zliten, una localidad cercana, aseguró Musa Ibrahim en rueda de prensa informal en el lugar de los hechos, lo que indica que el ataque insurgente fracasó.
Los medios aéreos de la alianza atlántica lanzaron seis bombas de alto poder destructivo: tres en una primera oleada e igual número en una segunda, cuando los pobladores se precipitaron a sus casas para rescatar familiares y bienes, acorde con la fuente.
Los precisiones del portavoz siguen a un anuncio oficial sobre el bombardeo con artillería reactiva la víspera contra zonas de esta capital por naves de guerra de los países miembros de la OTAN anclados en las costas libias.
El documento, de 118 páginas y del que dan cuenta varios medios, entre ellos la agencia palestina Maan y el diario israelí The Jerusalem Post, también vincula a Dahlan a intentos de asesinato de otros líderes palestinos y a un presunto plan golpista en Cisjordania.
De acuerdo al informe, el otrora importante líder palestino participó en el envío de un medicamento envenenado a Arafat poco antes de que muriera en un hospital francés en el 2004 por causas aún desconocidas.
China condenó las miopes luchas políticas de Estados Unidos por sus problemas de deuda y dijo que el mundo necesita una nueva divisa de la reserva mundial. China, el mayor tenedor de deuda estadunidense (con 1.6 billones de dólares invertidos en bonos del Tesoro estadunidense), tiene todo el derecho de exigir que Estados Unidos aborde sus problemas estructurales de deuda y garantice la seguridad de los activos en dólares de China, dijo la agencia oficial de noticias Xinhua en un editorial, donde también criticó los enormes gastos militares y el hinchado costo de los programas sociales, y afirmó que los tiempos de constante endeudamiento para ese país terminaron.
La decisión de la más influyente agencia de calificación de desbancar por primera vez en su historia a Estados Unidos del mayor nivel crediticio y la denominación como el país más solvente para invertir, profundizó el temor de los inversionistas sobre una inminente recesión en la mayor economía del mundo (cuando todavía no lograba recuperarse de la de hace dos años), situación que se ve agravada por la crisis de deuda en la eurozona, que amenaza con arrastrar a dos de sus economías más grandes: Italia y España, la tercer y cuarta, que representan 30 por ciento del producto interno bruto (PIB) del bloque monetario.
Este resultado se da en medio del nerviosismo que ha generado entre los inversionistas la decisión de Standard and Poor´s (S&P) de rebajar por primera vez en la historia la nota de la deuda de EEUU, desde la máxima posible de AAA hasta AA+.
Algunos analistas consideraron además que la caída del petróleo este lunes fue una continuación de las pérdidas de la semana pasada, cuando acumuló un retroceso de 9,2% ante el miedo al debilitamiento de la economía de EEUU.
"La dificultad de recuperación de las economías europeas y de la propia economía estadounidense es considerable. En esos países, los líderes políticos no han estado a la altura de la complejidad de la situación y han arrojado al mundo las consecuencias de sus incapacidades. No han conseguido, hasta el momento, encontrar soluciones sensatas" a la crisis, dijo la ministra jefe del Gobierno brasileño, Gleisi Hoffmann,
"Los tiempos son duros y precisamos estar preparados para proteger a Brasil de esta grave crisis", destacó Hoffman, durante su discurso de apertura en un seminario sobre la clase media en Brasilia.
La crisis social en Europa - Marginalidad, desempleo y ajuste se combinan en el estallido de Londres
Muchos de los protagonistas citados por agencias internacionales señalan que la frustración es creciente debido a la mala situación económica que llevó al gobierno británico a recortar de manera drástica muchos de los servicios sociales, lo que ha provocado aún más desencanto entre la población.
"La tensión está creciendo a causa de las medidas que está tomando el gobierno para recortar costos. Las personas de las comunidades más pobres de Londres y del resto del país comienzan a sentirse víctimas de estas decisiones", afirmó un vecino citado por Reuters.
Wall Street sufrió su peor caída desde 2008 y el impacto se contagió por el planeta.principalmente en los mercados financieros de América Latina
La baja de la calificación de la deuda de EE.UU. el viernes y las cada vez más crecientes señales sobre un nuevo proceso recesivo en la economía mundial hicieron derrumbaron los mercados globales.
Pese a la movilización de gobiernos y autoridades financieras para contener el pánico, el temor a una nueva recesión global y el nerviosismo de los inversores ante la rebaja crediticia de EEUU de AAA a AA+ por la agencia Standard & Poor's (S&P), el viernes pasado, hizo que se desplomaran las bolsas del mundo entero.