
Donna Badach una jubilada de 55 años, comenzó a comprar plata en 2003 a un costo promedio de US$25 por onza.
Cuando los precios de la plata rompieron un récord de tres décadas la última semana de abril, David Zornetsky decidió invertir en ella. Desempleado, Zornetsky esperaba generar cierta ganancia que le permitiera mudarse desde las afueras del estado de Nueva York a Manhattan y pagar préstamos estudiantiles. "Había oído que la plata podía llegar hasta US$150 por onza este año", dice.
En cambio, el metal inició el mes de mayo con su peor retroceso desde la década de 1980, luego que se truncara un presunto intento infame de los hermanos Hunt, de Texas, por acorralar el mercado. El brutal bajón hizo caer los precios de los futuros de la plata a US$35,28 por onza de casi US$50 en apenas cinco días de negociación, y tanto los profesionales de Wall Street como los inversionistas particulares quedaron atónitos.
"No entiendo", dice Zornetsky, de 31 años, cuya inversión cayó alrededor de 25%. "Se supone que le irá muy bien a la plata este año".
Esta semana los precios de la plata están recuperándose, pero, a alrededor de US$38 la onza, sigue lejos del récord de abril.