El Niño de la Sociedad
Las protestas en Wisconsin, que han alcanzado ya su tercera semana, ha desencadenado una lucha nacional por los esfuerzos de varios gobernadores de estados con dificultades presupuestarias para frenar el poder de los sindicatos.
Los republicanos han afirmado que las medidas son necesarias para controlar los presupuestos deficitarios. Los demócratas y sus aliados sindicales dicen los republicanos están atacándoles a través de propuestas anti sindicales.
Los manifestantes han vitoreado a los senadores demócratas a su retorno a Wisconsin, después de que abandonaran el estado rumbo a Illinois hace tres semanas en un intento de bloquear la votación y conseguir que Walker se planteara la medida.

Una persona sospechosa de estar contaminada con radiación es evacuada en la ciudad de Nihonmatsu
Decenas de miles de personas de localidades situadas alrededor de la planta han sido evacuadas, pero incluso los que supuestamente se encuentran fuera de la zona de riesgo tratan de huir. "No sabemos lo que está pasando. El Gobierno está mintiendo. Temo que sea otro Chernóbil", asegura Onoda esperando su turno para poner gasolina en una estación de servicio de la autopista de Tohoku.
Un hombre recorre la línea de coches, de medio kilómetro de largo, izando un cartel en el que ha escrito lo que está dispuesto a pagar por un bidón de combustible: '50.000 yen' (cerca de 500 euros).
Zapatero, el PSOE, Rajoy, el PP, partidos fascistas y populistas como el MSR o Alianza Nacional, medios de comunicación como El Mundo o Intereconomía... todos vosotros, más o menos implicados, cometistéis el mayor atentado que ha conocido Europa, y como vivimos en el Estado en el que vivimos, le echastéis la culpa a los de siempre. Primero, a ETA, luego, a varios inmigrantes de origen árabe que eran, básicamente, mangantes de barrio, pequeños narcotraficantes, proxenetas o confidentes de la Policía, a los que acusastéis de pertenecer a una macro-red terrorista internacional, llamada Al Qaeda, de la cual me vais a permitir que dude incluso de su mera existencia como tal. ¿Y todo este paripé para qué? Para encubrir la verdadera responsabilidad de lo que sucedió el 11 de marzo de 2004 en aquellos trenes.
Para comprender mejor todo, es necesario remontarnos a los años 60. En plena Guerra Fría, la OTAN llevó a cabo un proyecto denominado Operación Gladio, por todos conocido. Esta operación subrepticia (o no tanto) estuvo financiada por gobiernos de la Europa occidental, que contrató a miembros de la extrema derecha (sobre todo en Italia) para cometer atentados dirigidos contra militantes de, principalmente, los partidos comunistas de los países donde actuaban. No olvidemos el atentado de la Piazza Fontana de Milán, que segó la vida en 1969 de 17 personas, o el de Bolonia en 1980, que dejó 85 víctimas mortales y 200 heridas.
El accidente ocurrió a las 00:30 de este sábado en Xincheng, en el distrito de Panxian, y en ese momento se encontraban en el yacimiento 34 trabajadores, de los cuales 15 salvaron la vida, según explicaron autoridades locales citadas por medios de prensa.
Las brigadas de rescate recuperaron inicialmente 13 cadáveres y luego los de otras seis víctimas hasta entonces reportadas como desaparecidas.
Los reporteros que entraron ilegalmente por el este de Libia en febrero (como este cronista), colándose por la frontera egipcia, pensaban que corrían grandes riesgos, pues se trataba de un acto ilegal en un territorio desconocido repleto de hombres armados. Cuando a principios de marzo otro grupo de comunicadores llegó a la capital, Trípoli, por invitación del gobierno de Khadafy, los colegas en Benghazi los vieron como privilegiados.
Todo lo contrario. Si los ilegales fueron recibidos con entusiasmo por los hombres armados de la revolución, los invitados se encontraron con anfitriones que les hacen la vida imposible, que los amenazan, hostigan e incluso torturan.
Poco antes de redactar esta nota, el Comité para la Protección de los Periodistas dio a conocer que creía haber descubierto el destino de dos reporteros desaparecidos, el iraquí Ghaith Abdul-Ahad, enviado del periódico británico The Guardian, y el brasileño Andrei Netto, del diario O Estado de S. Paulo, que finalmente fue liberado.
Según informó ayer el diario brasileño, los dos periodistas estuvieron detenidos por un tiempo en la misma celda, en la ciudad de Sabratha, a 60 kilómetros de Trípoli, aunque el periodista de O Estado de S. Paulo no sabe dónde está su colega en este momento. Aunque desde la cancillería brasileña afirmaron que Netto está "bien de salud", se sospecha que ambos informadores fueron sometidos a simulacros de ejecuciones y torturas, como ocurrió con tres colegas de la BBC, liberados anteayer, que contaron una historia espeluznante.
Indica un informe del Ministerio de Salud Pública y Población que 253 000 haitianos se han contagiado con la enfermedad, y de ellos más de la mitad han recibido atención hospitalaria.
El documento señala que el departamento Oeste, donde se encuentra Puerto Príncipe, es el territorio más afectado actualmente por la epidemia de cólera.
También se conoció que el gobierno de Estados Unidos deportará este año a 700 haitianos, pese a las críticas por la reanudación de esa práctica en la actualidad, cuando el pueblo de ese país caribeño se esfuerza por recuperarse del terremoto ocurrido en enero del 2010.
La Organización Internacional del Trabajo (OTI) calculó que había más de un millón de inmigrantes trabajando en Libia antes de que comenzara la rebelión contra el régimen de Muammar Gadafi hace un mes.
Estos procedían fundamentalmente de países vecinos, como Egipto, Túnez, Sudán y Chad, pero también de más lejanos, como Bangladesh y China.
"La OIT estima que más de un millón de inmigrantes trabajaban legal o ilegalmente en Libia hasta inicios de este año", dijo a IPS Dorothea Schmidt, economista de la organización y radicada en El Cairo.
Schmidt dijo que la mayoría de los inmigrantes en Libia eran de Túnez y Egipto. La mayor parte ya han regresado a sus lugares de origen. Pero la situación humanitaria de los que permanecen en territorio libio, en especial bangladesíes y africanos subsaharianos, es una catástrofe
Juan Torres López (Granada, 1954), economista, escritor y miembro del Consejo Científico de Attac España. Entre los libros de los que es autor destaca el manual Economía Política. Otros de sus libros son Economía de la Comunicación de masas; Desigualdad y crisis económica. El reparto de la tarta; Neoliberalismo. Sociedad, trabajo y poder financiero; Toma el dinero y corre. La globalización neoliberal del dinero y las finanzas.
Lo escribió Thomas Jefferson en 1802: "Las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que ejércitos listos para el combate". Y el presidente Franklin Roosevelt sentenció hace ochenta años que "siempre hemos sabido que el interés egoísta e irresponsable era malo desde el punto de vista moral; ahora sabemos que es malo desde el punto de vista económico".
Comentario: El 11-M, 10 años después, 10 preguntas aún sin respuesta sobre los atentados