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La capital yemení, Saná, se encuentra a punto de agotar sus recursos de agua. Las escasas precipitaciones no son la única causa del problema, sino los crecientes cultivos del arbusto de qat (un estimulante vegetal), que privan de agua a los vecinos.
La planta, con alta presencia de sustancias estupefacientes, es cada vez más popular en Yemen. Según revela el periódico local
'Al Thawra', hasta el 40% del agua disponible se gasta en sus cultivos, ya que la droga que se elabora de sus hojas, y las propias hojas, se perciben en la sociedad desde los años 1970 como el mejor remedio para relajarse y reparar los daños emocionales.