OF THE
TIMES
Sólo le pido a DiosLa canción sigue, pero sólo escuché estos primeros versos; apagué la radio, y bajé del coche. De pronto, me encontré caminando los pocos metros que hay desde donde había dejado el coche hasta el trabajo con estas palabras una y otra vez resonando en mi mente, pensando sobre las descomunales dosis de dolor diario que inundan el mundo, sobre la suerte de tantos que nacen en medio de guerras, pobreza y marginación, heredando la triste y oscura realidad de sus padres y abuelos, víctimas inocentes de una maldad que como una neblina pestilente cubre el globo entero.
que el dolor no me sea indiferente,
que la reseca muerte no me encuentre
vacío y solo sin haber hecho lo suficiente.
("Solo le pido a Dios" de León Gieco, cantautor argentino)
¿Existe algún modo de darle la vuelta a esta visión tan negativa del estrés?, ¿existe algo bueno en él?, ¿podríamos cambiar nuestra opinión respecto a él?, ¿podríamos sacarle algún tipo de provecho? Pues sí, podría ser, al menos según nuevos estudios que sugieren que el estrés podría ser malo sólo si creemos que lo es. O sea, que el estrés nos afectaría negativamente tan sólo si pensamos que lo va a hacer. Un poco como nos comentaba nuestra compañera el año pasado en el artículo Sonrisas para combatir el estrés. Un poco de aplicar el "como si", y tratarlo como si fuera algo bueno. Tratemos de explicarlo mejor: la manera en la que pensamos y actuamos sobre el estrés puede transformar nuestra experiencia con el mismo.
Comentario: El problema es que hoy en día, la mayoría de la población parece carecer de oxitocina. El individualismo, la competición, la pérdida o corrupción de muchos valores humanos, la soledad, la depresión, y la inmensa cantidad de estrés que nos bombardea, hacen que sea difícil relacionarse con los demás de manera sana y enriquecedora. Recomendamos practicar el programa Éiriú Eolas para una secreción suave de oxitocina, fácil de practicar, y con la posibilidad de regular el impacto según las necesidades y el estrés de cada día.