La Ciencia del Espíritu
El aprendizaje de la lectura ocurre en la infancia y se le atribuyen beneficios para el cerebro; ahora se ha descubierto en qué consisten y cómo se mantienen con el paso de las décadas.
Según un estudio del Instituto Nacional de Investigación Médica de Francia, en Gif sur Yvette, aprender a leer incluso durante la vida adulta, es una experiencia tan importante para que hace que el cerebro recoloque sus recursos y modifique su estructura.
¿Las patologías mentales son trastornos del cerebro? Lo que hasta ahora se llamaban trastornos o enfermedades mentales tienen un correlato en el cerebro, son disfunciones del sistema cerebral. No son trastornos de la mente sino del cerebro. Cerebro y mente son lo mismo. La mente es el tejido cerebral cosido por los hilos del tiempo.
¿Cerebro e identidad son lo mismo? No, pero en el cerebro está la conciencia de lo que uno es. Nunca se podrá hacer un trasplante de cerebro porque si a mí me trasplantaran su cerebro al despertarse sería usted con mi cuerpo, es decir, le habrían hecho un trasplante entero de cuerpo, porque yo me levantaría con su identidad, por tanto, reconocemos que en nuestro cerebro está nuestra identidad. Hay muchas cosas en el cerebro, pero las más sublimes son las que hemos estudiado más: la inteligencia, la conciencia de cómo soy, la empatía y ahora tenemos mucho interés en estudiar las emociones porque han sido menospreciadas, cuando son cruciales para el funcionamiento humano y son las que en última instancia guían la conducta.
En un curioso ejemplo de que la percepción subjetiva poco tiene que ver con la realidad, experimento demuestra que personas poderosas se ven a sí mismas más altas de lo que son.
El poder y la altura no siempre van de la mano y numerosos son los ejemplos históricos que así lo demuestran. Pero, en otro sentido, no deja de ser sumamente primitivo esperar que una persona con poder sea también alta y corpulenta e imponente, como si creyéramos todavía que esa compleja noción de poder que el género humano ha desarrollado depende directa y proporcionalmente de la presencia física.
Pero, contra toda evidencia, parece que esto es así. Que ciertos resabios de animalidad perviven en nosotros, haciéndonos creer, al menos en este caso, que mayor poder y mayor estatura son circunstancias totalmente consecuentes entre sí.
En un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Washington en San Luis, se demostró que personas poderosas siempre encuentran una manera de sentirse altos, incluso si se les hace ver que esto es únicamente una idea suya.
Los científicos y psicólogos nunca se han puesto de acuerdo sobre el origen de la psicopatía, pero ahora parece haber cierto consenso en el hecho de que el cerebro del psicópata es diferente al de los individuos "normales". No es que los primeros nazcan con una diferencia anatómica, sino con una diferencia funcional. Para que nos entendamos: su cerebro no está enfermo, simplemente, funciona de otra manera.
Las diferencias estructurales radican en que su lóbulo frontal muestra una desconexión con el sistema límbico. Al parecer, en ese área se asienta la actividad cerebral que hace que nos pongamos en el lugar del otro emocionalmente hablando, es decir, que empaticemos y que emitamos juicios morales no puramente lingüísticos, sino sentidos.

Lewis Bull y la gran cicatriz que dejó la intervención quirúrgica. El niño volvió a hacer una vida normal.
De todas las historias increíbles que les hemos traído durante 2011, la de Cameron Mott, Milly Jonson y Lewis Bull es tal vez una de las más impactantes, no solo porque involucró a tres niños, sin ninguna relación entre si, sino porque tuvieron que enfrentarse a una de las operaciones más extremas y peligrosas que un ser humano pueda sufrir: una hemisferectomía, la extirpación de medio cerebro. Una alternativa con mucho riesgo pero que a la postre les salvaría sus vidas.
El sueño de Cameron
Cameron Mott es el nombre de la pequeña de 10 años que, en 2010, tuvo impresionada a buena parte de la comunidad científica del mundo tras superar una operación en la que le fue extirpada la mitad de su cerebro y así volver a llevar una vida normal.
Cuando contaba con sólo 3 años, la niña empezó a desarrollar el síndrome de Rasmussen, una enfermedad neurológica progresiva encuadrada en el grupo de las denominadas 'raras', ya que por el momento se desconocen las causas que la pueden provocar. A esa temprana edad, Cameron comenzó a sufrir ataques epilépticos, convulsiones y otros síntomas que hicieron saltar la alarma y, poco a poco, fueron deteriorando su calidad de vida.
Sus padres sufrían al ver a su pequeña hijita desconectándose abruptamente de la realidad sin motivos algunos. Cámeron en un momento estaba jugando y un segundo después sufría una crisis de convulsiones como si estuviera recibiendo una descarga eléctrica.
Un estudio reciente por el doctor Paul Babiak y Craig S. Neumann de la Universidad de North Texas con Robert D. Hare de la Universidad de Columbia, aseguró que uno de cada 25 directivos de las empresas podría ser calificado como psicópatas ya que acrecen de empatía, abusan de sus subalternos y tienden a tener una personalidad egocéntrica.
El informe, publicado en la revista online InterScience y reproducido por BuisnessInsider, recolectó información sobre la personalidad de 203 directivos seleccionados por sus empresas por tener "alto potencial" de crecimiento o de desarrollo de liderazgo.
Y qué lugar ocupa la mentira en nuestras vidas es justamente la pregunta que intentaremos responder.
Empecemos por hacer un esfuerzo voluntario y dejar a un lado toda la carga negativa y la condena social que acostumbramos a descargar sobre el término. Este pequeño esfuerzo nos abrirá la puerta para hacer un ejercicio de análisis más despojado de subjetividades y, consecuentemente, más cercano a verdades objetivas.
La mentira como un estado permanente
La mentira es más un estado en el que se encuentra el hombre común, que una cosa particular externa al hombre y que puede aislarse del mismo. Así entendida, la mentira se manifiesta como una condición humana que indefectiblemente afecta a todos los hombres. Es particularmente interesante descubrir que el término visto de este modo casi puede usarse como sinónimo de ilusión, aunque claro está, este último término lleva todas las de ganar pues socialmente se acepta con mayor agrado la ilusión que la mentira. Muchos padres acostumbran a alimentar "la ilusión" de Santa Claus y la consagrada parafernalia navideña en sus hijos, sin reparar que esto es una vulgar mentira equiparable a decirle a los niños que si se portan bien, a fin de año vendrá en la noche a traerle un regalo un gnomo verde hijo del Odín y Cleopatra.
La inocente ilusión no lo es tanto cuando nos aleja de la realidad lo suficiente como para no hacer contacto con ella.
Bencivelle, que trabaja en la televisión pública en su país, no ha encontrado una fácil y única respuesta al hecho evidente de que los seres humanos tenemos un cerebro musical, capaz no sólo de disfrutar de las notas, sino también de generar obras maravillosas y distintas a lo largo de siglos de historia.
Con un lenguaje claro, y en ocasiones incluso divertido, la autora busca los orígenes de nuestra musicalidad más allá de nuestra especie, pues recuerda el canto armonioso de muchas aves e incluso que los monos son capaces de distinguir las octavas en la escala diatónica, que es la que se usa normalmente en Occidente. Otros experimentos han demostrado que determinadas músicas (como Vivaldi) tranquilizan a los animales, mientras que también las hay (Metallica, por ejemplo) que los alteran totalmente.
En este recorrido por la atracción por la música, Bencivelli recuerda que ya Darwin pensaba que nuestros antepasados utilizaban la música para el cortejo, algo que aún no se sabe con certeza. También hay investigadores que atribuyen su atracción, al arrullo que las madres hacen a sus bebés para tranquilizarles, que podría existir desde los inicios de la especie humana.
Dentro de esta concepción cabe también el Universo. Hoy sabemos por la nueva cosmología que estamos hechos de polvo de estrellas y nos sostiene y pasa por nosotros la misteriosa Energía de Fondo que alimenta todo y que se desdobla en las cuatro fuerzas - la gravitatoria, la electromagnética, la nuclear fuerte y la débil - que, actuando siempre juntas, nos mantienen así como somos.
Jon Ronson, periodista, escribió siempre sobre homicidios, su especialización eran los sicópatas a los que entrevistó en distintas oportunidades. Finalmente todo convergió en un libro "A Psychopath Test" (el Test del sicópata) que, además de ser un éxito en librerías, concitó la atención de los profesores Robert Hare y Paul Babiak, quienes venían desarrollando una tesis en igual sentido desde bastante tiempo atrás.
¿Qué es lo curioso de todo esto? Simplemente la convicción de que los más encumbrados y valiosos líderes empresariales, son, sicológicamente, sicópatas.
"Hay pocas cosas tan estremecedoras como un ser humano al que realmente no le importa lo que los otros sientan. Y eso es una descripción torpe de lo que es un sicópata - explica Ronson- resulta que dejando de lado los asesinos, al parecer hay varios sicópatas que viven felices entre nosotros,,, y de hecho son exitosos. Lo peor lo vimos en la crisis bancaria: los sicópatas no solamente tienen mucho poder, sino que pueden moldear una sociedad".
Comentario: Les recomendamos leer el análisis hecho por el equipo de SOTT al exitoso libro de Jon Ronson: Análisis: "El Test del Psicópata: Un viaje a través de la industria de la locura" de Jon Ronson.
Comentario: Les recomendamos leer el análisis hecho por el equipo de SOTT al exitoso libro de Jon Ronson: Análisis: "El Test del Psicópata: Un viaje a través de la industria de la locura" de Jon Ronson.