
Pasajeros observan las pantallas donde informan sobre la reprogramación o suspensión de sus vuelos en Buenos Aires.
Cientos de vuelos debieron ser cancelados desde que el complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle entrara en erupción a inicios de junio, desprendiendo una alta pluma de cenizas que cubrió el sur y centro de Argentina y llegó hasta Australia.
"Lo que sabemos es que la intensidad de la erupción, o sea la cantidad de material que emite viene bajando, pero no hay manera de predecir cuánto tiempo puede durar eso (...) Es esperable que dure por algunos días o semanas", dijo Gustavo Villarosa, vulcanólogo del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina.
En los últimos días, los principales aeropuertos de Buenos Aires estuvieron operando intermitentemente, mientras que varias terminales en la Patagonia permanecen sin vuelos desde hace más de un mes. El tráfico aéreo en Uruguay también fue afectado por las cenizas, que pueden ser abrasivas para algunos componentes de los aviones