
Los viandantes observan con preocupación la altura del río Umia, que amenaza con desbordarse a su paso por Caldas de Reis.
Por segundo día consecutivo, la lluvia se convirtió en la protagonista de la jornada. Protección Civil contabilizó 259 avisos por inundaciones y tuvo que movilizar equipos y personal para atender accidentes de tráfico, caídas de árboles o llamadas de gente atrapada en sus propias casas. Varios viales de la provincia de Pontevedra estuvieron cortados y O Grove llegó a quedar aislado durante casi dos horas al quedar anegados los principales accesos a este concello.
Fue la zona de O Salnés la que se llevó la peor parte. Llovió durante toda la noche y las precipitaciones se intensificaron a partir de las seis de la mañana. El Río Umia se desbordó y quedaron anegadas vivendas, garajes, comercios y carreteras. Se vieron afectados númerosos cultivos y huertas y varios vecinos quedaron atrapados en medio de grandes bolsas de agua.