Una investigación realizada en la Universidad de Campinas (Unicamp), en Brasil, mostró que la práctica de ejercicios físicos de fuerza como los de musculación es capaz de reducir la cantidad de grasa acumulada en el hígado -una condición a la que también se la conoce con el nombre de esteatosis hepática- y mejorar el control de la glucemia en individuos obesos y diabéticos en un corto lapso de tiempo, incluso antes de que se produzca una pérdida de peso significativa.
© Jarmoluk / PixabayLa obesidad promueve diversos problemas de salud. Evitarla es una buena forma de prevenir riesgos futuros.
Mediante experimentos con ratones, investigadores del Laboratorio de Biología Molecular del Ejercicio (LaBMEx) de la Unicamp observaron que
15 días de entrenamiento moderado fueron suficientes como para modificar la expresión génica en el tejido hepático, favoreciendo así la "quema" de los lípidos almacenados y contribuyendo en el tratamiento de la enfermedad hepática grasa no alcohólica. Como consecuencia de ello, se produjo una mejora en la señalización celular a cargo de la insulina en el tejido y una disminución de la síntesis hepática de glucosa.
Los resultados de este estudio, que contó con el apoyo de la FAPESP - Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo, salieron publicados en el Journal of Endocrinology.
"Que la práctica de actividad física ayuda a controlar enfermedades, todo el mundo lo sabe. Lo que estamos investigando ahora es a través de qué mecanismos esto sucede. Si conseguimos descubrir una proteína clave, cuyos niveles aumentan o disminuyen con el entrenamiento, avanzaremos un paso hacia la creación de fármacos capaces de mimetizar algunos beneficios del ejercicio físico", dijo Leandro Pereira de Moura, docente de la Facultad de Ciencias Aplicadas de la Unicamp y coordinador de la investigación.
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