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Cuando la Revolución industrial comenzó en Inglaterra, a finales de 1700, se podía hacer mucho dinero invirtiendo en fábricas y molinos, abriendo nuevos mercados y tomando el control de las materias primas. La gente que tenía la mayoría del dinero para invertir, no obstante, no estaba en Inglaterra sino en Holanda. Holanda había sido el poder dominante en occidente en el s. XVII, y sus banqueros eran los principales capitalistas. En busca de beneficio, el capital holandés se movió al mercado de capital británico, y así los holandeses fundaron el crecimiento de Inglaterra, quien subsecuentemente eclipsó a Holanda económica y geopolíticamente.

De esta manera la industrialización inglesa llegó a ser dominada por ricos inversores, y el capitalismo se convirtió en el sistema económico dominante. Esto llevó a una una transformación social importante. Inglaterra había sido fundamentalmente una sociedad aristocrática, dominada por familias latifundistas. Al mismo tiempo que el capitalismo dominó económicamente, los capitalistas dominaron políticamente. La estructura de impuestos y las políticas de importación/exportación fueron gradualmente cambiando para favorecer a los inversores frente a los que poseían la tierra.

Ya no era viable simplemente mantener unos terrenos en las zonas rurales: se necesitaba desarrollarlas, convertirlas a un uso más productivo. Los dramas victorianos están llenos de historias de familias aristocráticas que pasan tiempos duros y son forzadas a vender sus propiedades. Con intenciones dramáticas, este declive se atribuye típicamente al fallo de carácter de alguien, un hijo mayor débil por ejemplo. Pero de hecho el declive aristocrático era parte de una mayor transformación social traída por el auge del capitalismo.

El negocio del capitalismo es el manejo del capital, y este manejo es generalmente llevado a cabo a través de la mediación de los bancos y agencias de inversión. No debería ser sorpresivo entonces que los banqueros alcanzaran la cima de la jerarquía del poder y la riqueza capitalistas. Y de hecho, son un puñado de familias de banqueros, incluyendo a los Rothschilds y los Rockefeller, quienes llegaron a dominar los asuntos económicos y políticos en el mundo occidental.

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Amsterdam Stock Exchange c. 1612 by Claes Janszoon Visscher
Al contrario que con los aristócratas, los capitalistas no están atados a un lugar concreto, o al mantenimiento de ese mismo lugar. El capitalismo es desleal y móvil, fluye hacia donde se obtiene un mayor rendimiento, así fluyó desde Holanda a Inglaterra, luego desde Inglaterra hacia USA, y más recientemente desde todas partes hacia China. Así como una mina de cobre es explotada y luego abandonada, bajo el capitalismo una nación puede ser explotada y luego abandonada, y lo vemos en las herrumbrosas áreas industriales de Inglaterra y USA.

Este distanciamiento de los lugares lleva a un diferente tipo de geopolítica bajo el capitalismo, comparada con la aristocrática. Un rey va a la guerra cuando ve ventajas para su nación haciendo eso. Los historiadores pueden "explicar" las guerras del periodo precapitalista en términos del engrandecimiento de los monarcas y las naciones.

Un capitalista alienta una guerra en el sentido de generar beneficios, y de hecho la élite de familias de banqueros ha financiado ambas partes de la mayoría de los conflictos desde la 1ª Guerra Mundial. Por eso los historiadores tienen dificultades tratando de "explicar" la 1ª G.M. en términos de motivaciones nacionales y objetivos.

En los días precapitalistas la guerra era como un juego de ajedrez, cada contrincante intentando ganar. Bajo el capitalismo la guerra es más como el casino, donde los jugadores luchan durante el tiempo que consiguen crédito para más fichas, y el ganador real siempre es la banca. Los banqueros que financian la guerra deciden quién será el último hombre que quede en pie. No solo las guerras son lo más rentable de todos los proyectos capitalistas, sino que eligiendo a los ganadores y manejando la reconstrucción, la élite bancaria es capaz, pasado el tiempo, de afinar la configuración geopolítica para ajustarse a sus intereses.

Naciones y poblaciones son solo peones en sus juegos. Millones mueren en las guerras, las infraestructuras son destruidas, y mientras el mundo sufre, los banqueros cuentan las ganancias y hacen planes para las inversiones en reconstrucción.

Desde su posición de poder, al ser los que financian a los gobiernos, la élite bancaria a perfeccionado sus métodos de control a través del tiempo. Permaneciendo siempre tras bambalinas, tiran de los hilos controlando los medios de información, los partidos políticos, las agencias de inteligencia, las bolsas de valores y los ministerios de gobierno. Y quizás su mayor grado de control sea el de las divisas. Por medio de la estafa de los Bancos Centrales, crean ciclos de prosperidad y crisis, e imprimen dinero de la nada y luego lo prestan con interés a los gobiernos. El poder de la élite de la banda de banqueros (bancamafia) es absoluto y sutil...
Algunos de los más poderosos hombres en USA tienen miedo de algo. Saben que hay un poder en algún sitio, tan organizado, tan sutil, tan vigilante, tan cerrado, tan completo, tan penetrante, que ellos hacen mejor en no hablar por encima de un susurro cuando lo condenan.
Presidente Woodrow Wilson

El final del crecimiento: Bancamafia vs Capitalismo

Fue siempre inevitable, en un planeta finito, que el crecimiento tuviera un límite. La industrialización nos ha permitido correr hacia éste límite durante las dos últimos siglos. La producción se ha hecho cada vez más eficiente, los mercados cada vez más globales y finalmente el paradigma del perpetuo crecimiento ha alcanzado el punto de rendimiento decreciente.

De hecho, ese punto se alcanzó en torno a 1970. Desde entonces el capital no ha buscado tanto el crecimiento a través del incremento de la producción, sino maximizando el beneficio de los mismos niveles de producción. De ahí la globalización, que movió la producción a lugares con salarios bajos, creando márgenes de beneficios más amplios. De ahí la privatización que transfiere el flujo de beneficios a los inversores y no al tesoro nacional como antes. De ahí los mercados de derivados y divisas, los cuales crean la ilusión electrónica de crecimiento sin producir nada en el mundo real.

Durante casi cuarenta años, el sistema capitalista fue mantenido en marcha a través de esos mecanismos, ninguno de los cuales era productivo en un sentido real. Y luego en 2008, este castillo de naipes colapsó de repente, arrodillando al sistema financiero global.

Si uno estudia el colapso de las civilizaciones, uno aprende que la "insuficiencia para adaptarse" es fatal. ¿Está nuestra civilización cayendo en esa trampa? Tuvimos dos siglos de crecimiento real, donde la dinámica de crecimiento del capitalismo estaba en armonía con la realidad del crecimiento industrial. Luego tuvimos cuatro décadas de crecimiento artificial, el capitalismo siendo sostenido por un castillo de naipes. Y ahora, después de que éste castillo colapsase, cada esfuerzo se hace aparentemente para lograr una "recuperación" ¡del crecimiento! Es muy fácil tener la impresión de que nuestra civilización está en proceso de colapsar basándonos en el principio de "insuficiencia para adaptarse".

Tal impresión sería parcialmente cierta y erronea. En orden a comprender la situación real necesitamos hacer la distinción entre la élite capitalista y el capitalismo. El capitalismo en un sistema económico conducido por el crecimiento; la élite capitalista es la gente que ha conseguido controlar el mundo occidental mientras el capitalismo operaba en los dos últimos siglos. El sistema capitalista ha pasado su fecha de caducidad, la bancamafia es muy consciente de ello y se está adaptando.

El capitalismo es el vehículo que ha permitido a la bancamafia alcanzar el poder absoluto, pero no tiene más lealtad a este sistema que a un lugar, a algo o a alguien. Como ya se ha dicho, ellos piensan a escala global, con las naciones y la población a modo de peones en su juego. Ellos definen qué es el dinero y lo manejan, como un jugador hace en el juego del Monopoly. Incluso pueden crear un juego nuevo, con un nuevo tipo de dinero. Han sobrepasado hace mucho la necesidad de basarse en un sistema económico concreto para mantener el poder. El capitalismo ere útil en una era de rápido crecimiento. Para una era de "no crecimiento", un nuevo juego se está preparando.

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Así, al capitalismo no se le ha permitido morir de una manera natural, en cambio se le ha destruido a la manera de una demolición controlada. Primero se le puso en un aparato de soporte de vida, como se ha dicho mediante la globalización, privatización, mercados de divisas, etc. Luego se le ha aplicado una droga para la eutanasia, en forma de burbuja inmobiliaria (hipotecas basura) y el mercado de derivados tóxicos. Finalmente, El Bank of International Settlements en Basel - el banco central de los bancos centrales - desenchufo el sistema de vida: declararon la regla de 'mark to market' la cual hizo a todos los bancos de inversión de riesgo instantáneamente insolventes, aunque llevó un tiempo para que esto se hiciese evidente. Cada parte del proceso se llevó a cabo con una cuidadosa planificación por parte de la "banda del banco central"

El final de la soberanía: reestableciendo el antiguo régimen

Así como el colapso financiero fue cuidadosamente planeado, también el escenario post colapso lo ha sido, con sus suicidas políticas de rescate. Los presupuestos nacionales eran ya apretados; no tenían ciertamente reservas disponibles para salvar a los bancos insolventes. De esa manera los compromisos de rescate se redujeron a nada más que a la adquisición de nuevas deudas astronómicas por parte de los gobiernos. Para hacer frente a los compromisos de rescate, el dinero debería ser pedido al ... ¡mismo sistema financiero que se trataba de rescatar!

No era que los bancos fuesen demasiado grandes para caer, al contrario la bancamafia era demasiado poderosa para fallar: hizo una oferta a los políticos que no podían rechazar. En los USA, al congreso se le dijo que sin los rescates habría ley marcial al día siguiente. En Irlanda, a los ministros se les dijo que habría caos financiero y disturbios en las calles. De hecho como se ha demostrado en Islandia, la manera adecuada para lidiar con los bancos insolventes era mediante un proceso ordenado de quiebra.

La razón para los rescates obligados era transferir la insolvencia de los bancos a los tesoros nacionales. Las deudas de los bancos se transformaron en deudas soberanas y déficit de presupuestos. Ahora, predeciblemente, son las naciones las que necesitan rescate, y esos rescates vienen con una serie de condiciones adjuntas. En vez de ir a la quiebra los bancos, son las naciones la que quiebran.

En su libro "Confesiones de un sicario económico", John Perkins explica cómo el tercer mundo ha sido coaccionado durante las pasadas décadas - a través de presiones y trucos de variada índole - hacia el sometimiento mediante la deuda perpetua. Por diseño, las deuda no puede ser devuelta, en cambio la deuda debe ser periódicamente refinanciada, y cada refinanciación hunde a la nación en una deuda más profunda y obliga a la nación a someterse a dictados aún más drásticos por parte del FMI, Con el orquestado colapso financiero, y el timo de "demasiado grande para fallar", la bancamafia ha cruzado el Rubicón: La agenda del sicario económico se aplica ahora en el primer mundo.

En la Comunidad Europea, las primeras naciones en venirse abajo serán las llamadas PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia y España). La irrealidad, de que las PIGS pueden hacer frente a los rescates, está basada en la asunción de que la era del crecimiento sin límite volverá. Como la bancamafia sabe muy bien, esto no va a pasar. En un momento dado los PIGS se verán forzados a devaluarse, y luego el resto de la Comunidad Europea se vendrá abajo también, todo parte del proyecto de demolición controlada.

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© Louisa Gouliamaki/AFPDemonstrators clash with police outside the Greek parliament during a protest against unprecedented austerity cuts needed for an EU and IMF loans worth as much as €120bn (£100bn)
Cuando una nación sucumbe a la deuda forzada, deja de ser soberana y gobernada por una especie de proceso interno político. En cambio cae bajo el control de los dictados del FMI. Como hemos visto en el tercer mundo y ahora en Europa, estos dictados son todo austeridad y privatización. Las funciones del gobierno son eliminadas o privatizadas y los bienes nacionales vendidos. Poco a poco (de nuevo la demolición controlada) el estado soberano es desmantelado. Al final, las principales funciones del gobierno son la represión policial de su propia población y la recogida de impuestos para darle el dinero a la bancamafia.

De hecho, el desmantelamiento de la nacion estado empezó tiempo antes del colapso financiero de 2008. En USA e Inglaterra comenzó en 1980, con Reagan y Tatcher. En el resto de Europa comenzó en 1988 con el Tratado de Maastricht. La globalización aceleró el desmantelamiento, con la salida de los países de la industria y los puestos de trabajo, programas de privatización, acuerdos de "libre comercio" y el establecimiento de la "rompe regulaciónes" Organización Mundial de Comercio. Los acontecimientos desde 2008 han permitido una aceleración del proceso que ya se llevaba a cabo.

Con el colapso, los rescates y el fallo total de en implementar algún tipo de programa de recuperación, las señales son muy claras: al sistema se le permitirá colapsar totalmente, sentando así las bases para para una programada "solución". En tanto el estado nación es desmantelado, un nuevo régimen de gobierno global está siendo establecido para reemplazarlo. Como podemos ver con la Organización Mundial de Comercio, Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial entre otras piezas del embrionario gobierno mundial, el nuevo sistema global no dejará lugar a ninguna pretensión de representación popular o proceso democrático. El mando se llevara mediante autocráticas burocracias globales, que recibirán sus órdenes directa o indirectamente de la bancamafia.

En su libro "La globalización de la pobreza", Michel Chossudovsky explica como la globalización y los actos de FMI, crearon masiva pobreza a través del tercer mundo en las pasadas décadas. Como se puede ver, con el dramático énfasis en en la austeridad siguiendo al colapso y los rescates, este projecto de creación de pobreza ha cruzado ya el Rubicón. En este nuevo sistema mundial no habrá próspera clase media, de hecho el nuevo régimen se parecerá mucho a los viejos tiempos de realeza y servidumbre (el "antiguo régimen"). La bancamafia es la nueva familia real, con todo el mundo como su nuevo reino. Los tecnócratas que manejen la burocracia y los que hagan de políticos en los residuos de naciones serán la clase alta privilegiada. El resto de nosotros, la abrumadora mayoría, nos encontraremos en el rol de empobrecidos siervos, si somos uno de los privilegiados supervivientes del proceso de colapso.
A día de hoy los americanos se sentirían ultrajados si tropas de las Naciones Unidas entraran en Los Ángeles a restaurar el orden, mañana se sentirán agradecidos. Esto es especialmente cierto si se les dice que hay una amenaza externa, ya sea real o no, que pone en peligro nuestra existencia. Es entonces que las gentes del mundo se someterán a los líderes para que les libren de ese mal. La única cosa que todo el mundo teme es lo desconocido. Cuando se les presenta esta situación, los derechos individuales son gustosamente entregados en bien de su bienestar si su gobierno mundial se lo garantiza.
Henry Kissinger hablando en Evian, Francia, el 21 de Mayo de 1992 en la reunión del Bilderberg.

El final de la libertad: el estado policial global

Durante las pasadas cuatro décadas, desde alrededor de 1970, hemos estado experimentando un proceso de cambio de régimen, de un viejo sistema global a uno nuevo. En el viejo sistema, las naciones del primer mundo eran relativamente prósperas y democráticas, mientras el tercer mundo sufría bajo la tiranía, la pobreza y el imperialismo ( explotación por poderes externos). Como se ha argumentado anteriormente, el proceso de transición se ha caracterizado por ese paso del Rubicón: la introducción de políticas y prácticas en el primer mundo, que estaban limitadas antes en su mayoría al tercer mundo.

La deuda forzada por FMI ha llegado al primer mundo, permitida por el timo colapso-rescate. A su vez la pobreza general también ha llegado debido a las medidas de austeridad impuestas por el FMI con el egemónico poder surgido de su holding de bonos. El imperialismo ha llegado a su vez al primer mundo, en tanto éste sucumbe a la explotación del control por parte de la bancamafia y sus burócratas, un nexo de poder que es externo a todas las identidades nacionales. Evidentemente la tiranía del estado también ha llegado: la imposición de niveles de pobreza del tercer mundo requiere métodos de represión del tercer mundo.

El movimiento antiglobalización puede ser tomado como el comienzo de la resistencia popular al proceso de cambio de régimen. Similarmente, la respuesta policial a las demostraciones antiglobalización en Seattle, en Noviembre de 1999, puede ser tomado como el cruce del Rubicón para la tiranía policial estatal. La excesiva y arbitraria violencia de la respuesta (incluyendo cosas como mantener los ojos abiertos de la gente y aplicarles spray de pimienta) no tiene precedente contra manifestantes no violentos en una nación del mundo desarrollado.

Irónicamente, la respuesta policial, sobre todo cuando fue tan públicamente expuesta, afianzó el movimiento antiglobalización, y cuando el movimiento creció en número y fuerza, la respuesta policial se hizo aún más violenta. Un clímax se alcanzo en Génova en Julio del 2001, cuando los niveles de violencia en ambas partes empezaron a parecer del tipo guerra de guerrillas

En esos días el movimiento dominaba las páginas internacionales de los periódicos y la oposición a la globalización alcanzaba proporciones masivas. La parte visible del movimiento era solo la punta de un iceberg anti sistema. En un sentido muy real, el sentimiento popular en el primer mundo estaba comenzando a cambiar radicalmente. Los líderes del movimiento estaban ahora pensando en términos de anticapitalismo. Había una volatilidad política en el ambiente, una sensación de que quizás el sentimiento de una concienciación popular podía triunfar en cambiar el curso de los acontecimientos.

Todo eso cambió el 11 de Septiembre de 2001, el día que las torres cayeron. El movimiento antiglobalización junto con la globalización misma, desaparecieron prácticamente de la totalidad de la conciencia pública en ese fatídico día. De repente había un nuevo escenario global, un nuevo circo de los medios de información, con un nuevo enemigo, una nueva forma de guerra, una guerra sin final, una guerra contra fantasmas, la guerra contra el "terrorismo".

Antes en el artículo, vimos al orquestado colapso financiero de Septiembre del 2008 permitir a ciertos procesos ya en marcha ser rápidamente acelerados, como el desmantelamiento de la soberanía nacional y la imposición de austeridad. De manera similar los eventos de Septiembre del 2001 permitieron a ciertos proyectos en marcha ser enormemente acelerados como el abandono de las libertades civiles y la ley internacional.

Antes de que las torres cayeran, el acta patriótica ya se había proyectado, proclamando claramente que el estado policial estaba aquí (en América) a la fuerza y para quedarse, la ley de derechos era nula y vacía. No pasó mucho antes que similares políticas de legislación fueran adoptadas a través del primer mundo. Si algún movimiento anti sistema fuera a ganar terreno y a levantar la cabeza en algún país (como hizo por ejemplo recientemente en Grecia), arbitrarios poderes policiales podrían ser activados (tantos como fuera necesario) para echar abajo la resistencia. A ningún movimiento popular se le permitiría descarrilar el régimen de la bancamafia y sus cambios diseñados. El movimiento antiglobalización había estado gritando: "así es como la democracia realmente es". Con el 11S, la bancamafia replicaba: "así es como la opresión real es"

Los eventos del 11S llevaron directamente a las invasiones de Irak y Afganistán, y en general ayudaron a crear un clima donde las invasiones de naciones soberanas pudieran ser rápidamente justificadas, con una excusa u otra. El derecho internacional se iba a dejar de lado como las libertades civiles. Así como toda restricción era removida de las intervenciones policiales domésticas, también lo era de las intervenciones militares geopolíticas. Nada iba a interponerse en el camino de la agenda de cambio de la bancamafia.
La era tecnocrática incluye la aparición gradual de una sociedad más controlada dominada por una élite no restringida por valores tradicionales... ésta élite no dudará en usar las últimas técnicas modernas y así influenciar el comportamiento de la población para conseguir sus fines políticos.... Persistente crisis social, el surgimiento de un líder carismático y la explotación de los medios de información para obtener la confianza de la población serán las piedras de toque en la transformación gradual de los Estados Unidos en una altamente controlada sociedad... Además puede ser posible y tentador, explotar por propósitos estratégicos políticos los frutos de la investigación sobre el cerebro y el comportamiento humano.
Zbigniew Brzezinski, "Between two ages: America's role in the technetronic era",1970

La era postcapitalista: nuevos mitos para una nueva cultura

2012 puede no ser el año exacto, pero es difícil ver el final del juego durar mucho más allá, y los señores del universo aman el simbolismo, como con el 11S (tanto en Manhattan como en Chile), KLA 007 y otras. 2012 está cargado de simbolismo, por ejemplo el calendario Maya, e internet vibra con variadas profecías relacionadas, estrategias de supervivencia, anticipadas intervenciones extraterrestres, etc. Y está la película de Hollywood "2012", la cual explícitamente retrata la desaparición de la mayoría de la humanidad, y la pre planeada salvación de unos pocos elegidos selectos. Uno nunca sabe con las producciones de Hollywood que es fantasía escapista y que está dirigido a preparar la mente del público simbólicamente para lo que ha de venir.

Cualquiera que sea la fecha exacta, todas las amenazas vendrán juntas, tanto geopolíticamente como a nivel interno y el mundo cambiará. Será una nueva era, así como el capitalismo fue una nueva era tras la aristocracia y la oscura edad media tras el Imperio Romano. Cada era tiene su propia estructura, economía, forma social y mitilogía. Estas cosas tienen que tener una relación coherente unas con otras, y su naturaleza se sigue de las relaciones fundamentales de poder y circunstancias económicas del sistema.

Cuando quiera que hay un cambio de era, la era previa es demonizada en una nueva mitología. En el jardín del Edén la serpiente es demonizada, un símbolo reverenciado en el paganismo, el predecesor del monoteismo. Con el auge de las naciones europeas, la iglesia católica fue demonizada y el protestantismo introducido. Cuando las repúblicas llegaron la demonización de las monarquías fue una parte importante del proceso. En el mundo post 2012 la democracia y la soberanía nacional serán demonizadas. Esto será muy importante para conseguir que la gente acepte arbitrariamente el mandato totalitario...

En esos terribles y oscuros días, antes de la bendecida unificación de la humanidad, la anarquía reinará en el mundo. Una nación atacará a otra, como depredadores salvajes. Las naciones no tendrán coherencia a largo plazo; los votantes cambiarán de un partido a otro, manteniendo los gobiernos siempre en transición y confusión. ¿Cómo pudo alguien pensar que las masas semieducadas podrían gobernarse a si mismas y dirigir una sociedad compleja? La democracia fue un experimento enfermo que llevó únicamente a la corrupción y al gobierno caótico. Cuan afortunados somos de estar en este bien ordenado mundo, donde la humanidad finalmente se ha hecho mayor, y aquellos más expertos toman las decisiones por todo el mundo.

El capitalismo trata de crecimiento, progreso y cambio. Bajo el capitalismo las virtudes de ambición, iniciativa y competitividad son alabadas, porque esas virtudes sirven a las dinámicas del capitalismo. La gente es animada a siempre acumular más y nunca estar satisfechos con lo que tienen. Bajo el capitalismo, una poca de libertad es necesaria y una poca de prosperidad, para que las dinámicas del mismo puedan operar. Sin algo de libertad , no se podría tener ambición, sin algo de prosperidad, ¿como se podría tener acumulación? En la era postapocalíptica las virtudes del capitalismo serán demonizadas. Esto será muy importante en conseguir que la gente acepte la pobreza y la reglamentación...

La consecución de dinero es la raíz de todos los males, y el sistema capitalista era inherentemente corrupto y un desperdicio. La anarquía reinaba en los mercados, en tanto las corporaciones perseguían ciegamente el beneficio, sin procuparse por las necesidades humanas o de la Tierra. Cuanto más sensibles son nuestras brigadas de producción, que producen solo lo necesario y usan solo lo que es sostenible. El capitalismo animaba la avaricia y el consumismo; la gente luchaba compitiendo unos con otros, por ir en cabeza de esa carrera de ratas. Cuanto más sabios somos ahora, viviendo con nuestras cuotas y aceptando nuestras obligaciones asignadas, cualesquiera que éstas sean, al servicio de la humanidad.

En este régimen del cambio, llevándonos hacia la era postcapitalista, vemos una consciente orquestación de la economía, política, geopolítica y mitología, como un todo. Una nueva realidad está siendo creada, una nueva cultura global. Cuando se piensa en ello, la habilidad para transformar la cultura es la última forma de poder. En sólo una generación una nueva cultura se convierte en "como son las cosas". Podríamos preguntar, ¿qué se interpone en el camino de futuras manipulaciones culturales que la bancamafia podria contemplar?

Desde que la educación pública fue introducida, el estado y la familia han competido por el control del condicionamiento de la infancia. Y es en la infancia cuando se transmite la cultura a la siguiente generación. En el micromanejado postapocalíptico futuro, lo más seguro es que veamos la "solución final" del control social, que será cuando el estado monopolice la crianza de los niños. Esto eliminará de la sociedad los lazos padres-hijos y por tanto lazos familiares en general. No existirá más el concepto de parientes, solo miembros de la colmena. La familia se debe demonizar. Actualmente aquí en Irlanda hay anuncios diariamente dramatizando la situación de niños que son sometidos a abusos o tratados negligentemente por sus padres...

Cuan atemorizantes eran los días antiguos, cuando gente sin licencia, parejas sin entrenamiento, tenían control total sobre niños vulnerables, tras puertas cerradas, con cualquiera sabe que neurosis, adicciones o perversiones que los padres pudieran poseer. ¿Cómo este vestigio de esclavitud patriarcal, esta zona-nido segura de abuso infantil continuó existiendo y no fue reconocida por lo que era? Cuanto mejor estamos ahora, con los niños siendo criados científicamente, entrenados por personal, donde se les enseña disciplina y valores saludables.

Notas:
RICHARD K. MOORE, un expatriado de Silicon Valley, retirado y mudado a Irlanda en 1994 para empezar su "trabajo real", intentando entender como funciona el mundo y cómo podemos hacer que sea mejor. Muchos años de investigación y escritura culminaros en su ampliamente aclamado libro "Escaping the matrix: How the people can change the world" (The Cyberjournal Project, 2005). Su lista de correo Cyberjournal funciona desde 1994 (Cyberjournal.org). La página del libro es: http://escapingthematrix.org , y su página: http://quaylargo.com/rkm/ contiene extensa bibliografía ademas de una lista de sus artículos. Puede ser contactado por medio de email en rkm@quaylargo.com