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Residentes del este de Leytonstone (este de Londres) se presentaron en la Corte Suprema británica en un intento para impedir que las azoteas de sus edificios se utilicen como una base de misiles durante los próximos Juegos Olímpicos.

Así lo informó el abogado de los vecinos, Marc Willers, quien dijo que el temor "es que su cuadra pueda convertirse en el foco de un ataque terrorista".

Willers añadió que los vecinos se quejaron que su torre de apartamentos es uno de los seis sitios de los alrededores de Londres donde las autoridades británicas planean desplegar misiles tierra-aire como parte de las medidas de seguridad para la justa deportiva universal.

El abogado de los demandantes añadió que "los inquilinos afirman que no fueron consultados sobre la medida", además que "esperan una orden judicial para bloquear la instalación de los misiles hasta que el caso sea escuchado".

Agregó que parte de los misiles pudieran caer cerca de un ciudadano, una vez que el misil sea disparado, en caso de presentarse la necesidad, lo que pudiera ocasionar que se generen muertes e incendios innecesarios.

Por su parte, el abogado de la Secretaría de Defensa británica, David Forsdick rechazó las denuncias alegando que "las decisiones sobre las posiciones de los misiles fueron tomadas con los niveles de escrutinio y rigurosidad más altos posibles".

Forsdick agregó que la decisión sobre el establecimiento de los lugares de los misiles fue firmado por el primer ministro, David Cameron y por la secretaría de Defensa "en defensa del país".

Aseguró que "el Ministerio de Defensa, agencias de inteligencia y la Policía Metropolitana de Londres no consideran creíble que los misiles sobre los edificios representen una amenaza de ataque terrorista".