Son varios los gimnasios en ese país en donde los padres envían a sus hijos con la esperanza de convertirlos en atletas olímpicos. Sin embargo, la forma de entrenar causó revuelo e indignación en el mundo occidental.
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Con su rostro estremecido por el dolor, una niña practica para lograr la gloria olímpica mientras su entrenador se para sobre sus pies.

Los diseños espaciales en su leotardo son un grave contraste y recordatorio de la tierna edad de esta niña que entrena como adulta en esa parte del mundo.

Nanning Gymnasium en Nanning, China, es uno de los campos de entrenamiento inhóspito al que los padres envían a sus niños para que aprendan a ser campeones.

Aunque las técnicas de entrenamiento parezcan extremas, éstas dan una idea del por qué a los atletas chinos que participan en las Olimpiadas en Londres se les facilita el camino a la victoria, según publica el porta Primera hora.

Estas estrellas de la gimnasia se inician a temprana edad y desde entonces, estos niños entrenan para cumplir con unas rigurosas rutinas en las barras, anillas y piso.

Niños y niñas de hasta seis años de edad se cruzan en las barras, otros cuelgan en las anillas y otros brincas sobre la lona durante las extremas sesiones de entrenamiento físico, publicó el Dailymail.co.uk.

Los jóvenes en la misma escuela de entrenamiento anhelan emular el éxito de la sensacional nadadora Ye Shewin, de 16 años de edad, que en la noche del sábado entró a los libros de récords.

El pasado enero un grupo de fotógrafos publicó en la Internet el llanto de dolor de estos niños chinos.