El documental se mostrará en el Festival de cine de Ottawa.
China libre
© Courtesy of NTD TelevisionJennifer Zeng derrama lágrimas durante la vigilia con velas en Washington, D.C. por los practicantes de Falun Gong perseguidos en China.
'China libre, el coraje de creer', es un film que describe las vidas de dos practicantes de Falun Gong y el peligro y dolor que encontraron en China en su búsqueda de la libertad espiritual.

Este documental absorbente, que será mostrado en el próximo Festival internacional de cine de Ottawa, comienza mostrando la eliminación de la cultura, la religión y los valores espirituales por orden del líder chino Mao, hasta el punto en que el Partido Comunista Chino se transformara en todas estas cosas para el pueblo.

China libre muestra cómo Falun Gong comenzó su difusión en este vacío moral que existía a principios de la década de los noventa y explica cómo y por qué comenzó la persecución de esta práctica en julio de 1999.

Al principio del documental, se presenta a los practicantes de Falun Gong Jennifer Zeng y Charles Lee. Zeng fue miembro del partido comunista, esposa y madre que fue detenida y enviada a un campo de trabajo forzado debido a sus creencias. Ella describe lo que sufrió y las tácticas insidiosas utilizadas para romper su voluntad y su espíritu; para hacerle renunciar a sus creencias en Falun Gong.

Falun Gong (también conocido como Falun Dafa) es una práctica espiritual de la escuela Fo que utiliza la meditación y ejercicios con movimientos suaves. Los practicantes siguen los principios de "Verdad, Compasión, Tolerancia" para llegar a reinos interiores superiores y regresar a su verdadero yo, según se explica en páginas web de dicha práctica.

Lee nació en China pero vive en Estados Unidos desde hace mucho tiempo. Dice en la película que sintió "un llamado de su corazón" para ir a China a ayudar a sus compañeros practicantes y también a sus compatriotas que habían sido engañados por la propaganda del régimen para demonizar a Falun Gong y justificar la brutal campaña de persecución.

Para lograr ésto, dejó a su novia y una vida cómoda, dispuesto a dar todo y hacer lo que pudiera. Finalmente fue arrestado y pasó tres años en un campo de trabajo forzado antes de regresar a Estados Unidos.

Haciendo conexiones

El vínculo entre Zeng y Lee es el productor de la película, Kean Wong. Éste conoció a Zeng hace 10 años, después de que ella escapara de China y estuviera buscando asilo en Australia, el país de origen de Wong. En aquel momento Zeng estaba escribiendo un libro sobre sus experiencias, "Testigos de la historia: lucha de una mujer por la libertad y Falun Gong".

Ella era la primera persona que Wong conocía que realmente había sobrevivido al encarcelamiento en un campo de trabajo forzado chino y pensó que su historia era muy interesante.

En una entrevista telefónica, Wong, que también es practicante de Falun Gong, comentó superficialmente a Zeng: "al final alguien hará una película sobre su historia, es increíble". No se imaginaba que sería él mismo.

Wong conoció a Lee unos años después de ser trasladado a Manhattan en 2004 para trabajar con NTD TV, una cadena de televisión independiente que retransmite información no censurada para China vía satélite. Wong describe a Lee como un estadounidense motivado que viajó a China a liberar a su pueblo. Muy abnegado, incluso heroico.

El documental está dirigido por el premiado documentalista Michael Perlman, que conoció a Wong en 2009, en un evento para recaudar fondos en Manhattan.

Perlman estaba en mitad de la promoción de su documental Tíbet: más allá del miedo, cuando Wong le comentó: "si usted quiere ayudar a liberar el Tíbet, entonces primero tiene que ayudar a liberar a China".

A lo cual Perlman respondió: "Eso es lo que he estado diciendo". Wong relata que en ese momento ambos estrecharon la mano y acordaron "hacer una película llamada China libre".

Acción inspirada

El documental se terminó finalmente a principios de la primavera pasada y se presentó en diversos festivales de cine, principalmente en Norteamérica. Actualmente se está traduciendo a 12 idiomas, para que se pueda ver en todo el mundo, y ya ha ganado numerosos premios.

"Creo que el núcleo de la historia se basa en la experiencia humana de la libertad. Todo el mundo quiere ser libre. Queremos llegar a las personas para inspirarlos a tomar acción", dice Wong.

"La gente sabrá la verdad, querrán detener la persecución a Falun Gong. [Todos] desde los guardias de la cárcel hasta las personas de más alta posición se darán cuenta de que sólo pueden destruir su propio país, si continúan persiguiendo a gente buena".

China libre detalla el papel desempeñado por las empresas norteamericanas en la ayuda a la persecución. También proporciona información nueva que conecta las ampliamente conocidas violaciones de los derechos humanos en China. Incluye las prácticas injustas del comercio y la sustracción forzada de órganos de practicantes de Falun Gong vivos con fines de lucro, autorizada por el Estado.

"Esperamos que esta película abra el camino para que la gente se dé cuenta de lo que ocurre en China y que finalmente tomen medidas para ayudar a las personas que viven en China", afirma Lee.

Hilo de esperanza

Sin embargo, también es evidente un brillante y radiante hilo de esperanza; por ejemplo, la película explora las tecnologías de Internet que están ayudando a los activistas de derechos humanos en China y todo el mundo a permitir que la entrada de información no sea censurada en sociedades cerradas.

Además se destaca un resurgimiento de la cultura tradicional china y la espiritualidad a través de Falun Gong, lo cual está ayudando a lograr una nueva China.

Resumiendo sus sentimientos acerca de la película, Zeng afirma: "lo que puedo decir es que, como seres humanos, muy adentro de nuestro corazón todos suspiramos por bondad, amabilidad y cosas hermosas y maravillosas; todos anhelamos vivir en un lugar mejor y estar rodeados de gente de buen corazón. Por eso muchas personas fueron se sintieron atraídas hacia Falun Gong.

"Esto puede sonar simple en un ambiente normal. Pero en una situación en la que tu vida se ve amenazada, los [practicantes de Falun Gong] todavía tienen la valentía de defender sus principios, entonces las cosas son diferentes. ... El espíritu humano tiene más poder que las armas".