La Junta de Salud aprobó la iniciativa del alcalde Michael Bloomberg de prohibir la venta de esos refrescos en restaurantes, cines y carros callejeros para luchar contra la obesidad.
bebidas azucaradas
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Los responsables de sanidad de Nueva York aprobaron, por ocho votos a favor y una abstención, el veto a la comercialización de las bebidas en envases superiores a las 16 onzas (464 mililitros).

"Las pruebas dejan muy claro que los refrescos azucarados están contribuyendo a una epidemia de obesidad", dijo Sandro Galea, uno de los nueve miembros, al respaldar la medida que entrará en vigor en marzo.

El Departamento de Salud neoyorquino contó que hasta ahora había recibido un total de 32.000 cartas de apoyo a la propuesta de Bloomberg y sólo 6.000 en contra.

La iniciativa, la primera de este tipo que se aprueba en los Estados Unidos, afectará a salas de cine, estadios deportivos, restaurantes, cadenas de comida rápida y puestos de venta callejera, así como bodegas y tiendas de ultramarinos, aunque no incluye a los supermercados.

La prohibición abarca desde las bebidas energéticas hasta los refrescos gaseosos o el té frío azucarado, pero no a las que contienen menos de 25 calorías, las aguas vitaminadas o el té sin azúcar.

"La nueva medida sobre las bebidas azucaradas en Nueva York es el mayor paso que cualquier gobierno haya tomado jamás para luchar contra la obesidad", afirmó el alcalde, quien aseguró que esta prohibición "va a ayudar a salvar vidas".

La obesidad es la segunda causa de mortalidad prevenible en Nueva York después del tabaco. Cada año más de 5.000 neoyorquinos fallecen a causa del sobrepeso.