Uno de los factores por los cuales se origina esta crisis radica en los vacíos legales y en la irregularidad con que las empresas de tarjetas de crédito entregan el dinero plástico a las personas.

Siete de cada 10 chilenos posee una tarjeta de crédito, unas de las cifras más altas en América Latina, hecho que explica el endeudamiento y que constituye un serio riesgo económico para la población del país.

Según la Asociación de Consumidores del Sur, en la región de La Araucanía la problemática proviene de una irregular entrega de tarjetas de crédito.

Este experto recalca que el escenario es preocupante para los consumidores.

Es evidente que la desinformación crea vacíos legales que perjudican a las personas.

La realidad muestra a un Estado chileno que solo acoge denuncias y entrega orientación, pero no resuelve el problema que imponen las empresas privadas, es el caso del Servicio Nacional del Consumidor Financiero.

Chile no cuenta con una política pública que alfabetice en materia financiera a los consumidores, para que sean capaces de interpretar, incluso hasta un contrato.

El consumidor tropieza con alternativas que terminan siendo peores que la solución, los cuales ocasionan mayores compromisos económicos, que al no resolverse, terminan por transformarse en deudas mucho mayores.