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Terremoto electoral. El partido UKIP - antieuropeo, xenófobo, homofóbico y antiinmigración - , liderado por Nigel Farage, se afianzó en el panorama electoral con un destacado avance en las elecciones locales.

El 2 de mayo se produjo un sismo en la política británica. Ese día, los dos partidos de la coalición gobernante (los conservadores y los liberal-demócratas) sufrieron fuertes retrocesos a manos de la oposición que está tanto a su izquierda (laborismo) como a su derecha (la del Partido Independiente del Reino Unido: UKIP).

El UKIP, liderado por Nigel Farage, ha sido la gran sorpresa, pues este, que nunca ha logrado ganar cualquiera de las 650 curules en el parlamento británico, ahora casi ha empatado el segundo lugar con el partido conservador del primer ministro David Cameron y ha sobrepasado al liberal del viceprimer ministro Nick Clegg.

Con estos resultados, el UKIP presionará a los conservadores a que dejen de hacer tantas concesiones al centro liberal y que giren hacia la derecha y hacia las posiciones que tienen; están a favor de reducir a cero la cantidad de inmigrantes, de reducir impuestos, de salirse de la Unión Europea y de moverse hacia más inversiones militares y una política exterior belicista a lo Margaret Thatcher.

Se volteó la tortilla

Cuatro años atrás, en el 2009, estos mismos comicios sirvieron para mostrar en qué dirección iba el país y acelerar el fin del gobierno laborista que un año después (en el 2010) terminaría siendo depuesto electoralmente tras 13 años en el poder.

Entonces, los laboristas (que dominaban el 55 por ciento del parlamento) se desplomaron al conseguir apenas un 23 por ciento de los votos, mientras que el centro liberal subió al 28 por ciento y los conservadores ganaron con un 38 por ciento.

Esta vez se volteó la tortilla. Los laboristas ganaron con el 29%, los conservadores perdieron un tercio de sus electores y se redujeron al 25 por ciento, el UKIP pasó de casi nada en el 2009 a conseguir el 23 por ciento y los liberales se redujeron al 14 por ciento, experimentando que la mitad de sus pasados electores les diesen la espalda.

Los laboristas consiguieron subir su número de concejales en un 150 por ciento y ganaron dos condados. Los conservadores perdieron 10 de los 28 condados que detentaban y también, al igual que los liberales, un cuarto de sus concejales, aunque siguen con casi la mitad de todos los concejales en la Inglaterra no metropolitana. El UKIP multiplicó su número de concejales de 8 a 147.

Además de estos comicios locales, también se votó en South Shields por el reemplazo de su antiguo parlamentario David Milliband (secretario de relaciones exteriores de Blair en el 2007-10, quien dejó la cámara de los comunes tras haber sido derrotado por su hermano menor Ed como nuevo líder del laborismo).

Los laboristas mantuvieron dicha curul que detentan desde 1935, pero con apenas un 50 por ciento, uno de sus porcentajes más bajos en dicho bastión. El UKIP allí quedó segundo con el 24 por ciento y sumando tantos votos como los dos partidos del gobierno, quedando los liberales en un séptimo lugar (detrás de socialistas y neonazis) en el peor porcentaje electoral que hayan tenido en su historia en una elección parlamentaria a medio término.

Empujón derechista

Si bien las grandes urbes inglesas (Londres, Birmingham o Manchester), Escocia, Irlanda del Norte y Gales (salvo Anglesey) no sufragaron, estos comicios fueron importantes para ver el pulso de las regiones rurales que componen la amplia mayoría del territorio de Inglaterra.

El UKIP ha de seguir empujando al gobierno hacia la derecha y, además, espera agigantarse en las elecciones al parlamento europeo del 2014, pues en estos comicios, donde siempre plantea salirse de la Unión Europea y cosecha ampliamente al electorado euro-escéptico, se ha propuesto conseguir el primer puesto.

Mientras el UKIP presiona a los tories para que vuelvan hacia políticas muy conservadoras y se alejen de las concesiones ecologistas y 'connacionales' que hicieron a sus aliados del centro liberal; el laborismo, por el contrario, se ha volcado más hacia la izquierda. Ya no se habla de la 'tercera vía' o del 'nuevo laborismo' de Blair sino del retorno a antiguas protestas y políticas sociales.

El hecho de que el laborismo haya ganado y que el promedio de todas las encuestas indiquen que están en condiciones de obtener el 55% del parlamento en el 2015, también tiene su impacto en el liberalismo.

Los liberales antes se llegaron a ubicar en algunos puntos a la izquierda del laborismo en lo referente a educación y salud subsidiadas, pero ahora ellos sienten que al haberse casado con los conservadores se han desacreditado.

El actual gobierno se siente bajo la presión combinada de este ascenso de derecha y de izquierda.

¿Desunión europea?

Mientras muchos conservadores se sienten tentados a seguir el mismo discurso antiinmigrante y euroescéptico del UKIP, muchos liberales creen que es hora de recuperar su independencia o acercarse nuevamente a la estrella laborista que va creciendo.

Cameron acaba de declarar que buscará en su actual administración dar paso a un referendo sobre si el Reino Unido sigue o no en la Unión Europea, algo que de darse pondrá en tela de juicio al futuro de este, el mayor bloque de Estados del mundo.

Si el No a la UE se impone, significaría la peor derrota de esta confederación de 27 países en su historia, pero aunque el No avance sin ganar, ello conduciría a que crezca el escepticismo contra la UE y que esta se esparza a todos sus componentes, muchos de los cuales están en una gran recesión o a punto de revisar su adhesión al euro.

UKIP nació en un centro universitario

Nigel Farage, actualmente eurodiputado, cantó victoria por el despegue de su formación, que se presentó a estos comicios parciales con un programa antieuropeo, antiinmigración, antigay y a favor de una educación selectiva.

Según dijo, los resultados obtenidos dejan a su partido, que no tiene representación en el parlamento británico, "en una posición muy fuerte" de cara al 2015, y observó que quienes les votan "rechazan el poder establecido".

Entre los logros más destacados en estas elecciones, UKIP ha ganado 16 puestos de concejal en la diputación del condado central de Lincoln y 15 en el oriental de Norfolk, en los que se convierte por primera vez en el primer partido de la oposición, según los resultados electorales.

El UKIP fue fundado en 1993 en el centro universitario London School of Economics por miembros de la llamada Liga Antifederalista, constituida en 1991 para presentar candidatos opuestos al Tratado de Maastricht en las elecciones británicas de 1992.

Con su entrada en los municipios, el UKIP cobra mayor importancia en la política británica.