"La idea de un Estado palestino ha llegado a su final. Nunca se ha invertido tanto tiempo en algo con tan poco sentido", afirmó el ministro en un encuentro con representantes del movimiento colono Consejo Yesha en Jerusalén.El ministro israelí apostó además por incrementar la política de colonización judía de los territorios palestinos. "Debemos construir, construir y construir", sentenció. "Si el dinero gastado en caviar en los cócteles en que se trata sobre el Estado palestino fuese invertido en construir rutas, todo sería diferente", añadió.
Según el titular israelí de Economía y uno de los principales miembros del Gobierno de coalición que encabeza Benjamin Netanyahu, "el mayor problema es que los líderes israelíes no están preparados para decir claramente que la Tierra de Israel (concepto que para él incluye, además de Israel, los territorios palestinos ocupados) pertenece al pueblo de Israel", informó la edición digital del diario Haretz.
Benet consideró que "ha llegado el momento de un plan B", que consistiría en dejar de tratar de buscar un acuerdo de paz con los palestinos y "convivir con la situación". Ello implicaría ampliar la soberanía israelí sobre el área C de Cisjordania, actualmente bajo control militar y civil israelí, según los acuerdos de Oslo, y que supone un 60% de ese territorio, mejorar las condiciones de vida de los palestinos y los colonos en esa región y establecer una autoridad palestina separada para el resto de territorios palestinos.
El viceministro de Asuntos Exteriores y diputado Zeev Elkin, del partido Likud de Netanyahu, se apresuró a señalar que las declaraciones de Benet no representan la postura del primer ministro.
Por su parte, el jefe negociador palestino Saeb Erekat, indicó en un comunicado que "el Gobierno israelí ha declarado oficialmente la muerte de la solución de dos estados" e instó al mundo a enfrentarse a la realidad y entender los verdaderos planes de Israel.
"En los últimos días, altos cargos israelíes de los ministerios de Exteriores, Defensa, Economía y Asuntos Religiosos han hecho declaraciones claras sobre su posición para trabajar activamente contra la solución de dos estados en las fronteras de 1967 apoyada internacionalmente. No son eventos aislados, sino una reafirmación de plataformas políticas y creencias radicales", dijo Erekat.
A su juicio, estas declaraciones son parejas a "las políticas que el Gobierno de Netanyahu lleva a cabo en el terreno, incluida la política colonial agresiva, demoliciones de hogares, expulsiones y revocaciones de permisos de residencia" y evidencian "el plan de Israel de destruir toda posibilidad de un Estado palestino".
Erekat aseguró que Israel pretende "anexionarse y cambiar el statu quo de Jerusalén, el Valle del Jordán y otras vastas áreas del Estado ocupado de Palestina" y añadió que "está decidido a hacer fracasar los esfuerzos de (el secretario de Estado de EEUU John) Kerry" para reiniciar el proceso de paz estancado desde 2010. El objetivo real de Israel es, a su entender, "consolidar la ocupación" y "negar los derechos palestinos".
Erekat consideró que la reacción de la comunidad internacional "no debe ser llamar a reanudar las conversaciones sino tomar acciones para empujar a Israel a implementar los acuerdos previos y cumplir la legislación internacional" así como "hacer a Israel responsable de destruir las perspectivas de paz y justicia".
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