Banco Vaticano
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Dos altos cargos del Banco Vaticano renunciaron el lunes, solo tres días después de que se produjera el arresto de monseñor Nunzio Scarano, obispo de la ciudad italiana de Salerno (sur), acusado de fraude y corrupción.

El director general del Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el Banco Vaticano, Paolo Cipriani, y su adjunto, Massimo Tulli, presentaron su renuncia, que fue aceptada ese mismo día por el comité de vigilancia de la entidad y la comisión de cardenales.

Según informes, todavía no se ha aclarado el motivo de sus renuncias, sin embargo, se espera que dichas dimisiones estén relacionadas con la detención de Scarano.

El pasado viernes, Nunzio Scarano, de 61 años de edad, junto a un miembro de los servicios secretos italianos y un intermediario financiero, fueron detenidos por estar presuntamente involucrados en operaciones de blanqueo de dinero, en el marco de una investigación de la justicia italiana.

El prelado y sus cómplices intentaron introducir ilegalmente en Italia, sin lograrlo, unos 20 millones de euros depositados en un banco suizo y procedentes de un fraude fiscal, según la Fiscalía de Roma, capital italiana.

Cabe mencionar que la justicia inició sus investigaciones en septiembre de 2010 contra el entonces presidente del IOR, Ettore Gotti Tedeschi, y Paolo Cipriani, por acusaciones de violación de las leyes que impiden el blanqueo de dinero.

La situación se agravó hace un año, cuando Paolo Gabriele, el mayordomo del excabeza de la Iglesia Católica Benedicto XVI, filtró los archivos secretos del Vaticano y reveló algunos documentos relacionados con acusaciones de corrupción, malversación de fondos y nepotismo, entre ellos un desacuerdo interno por la gestión del banco de la Santa Sede.