El ministro de Exteriores, Walid Al Muallem, confirmó a la ONU y a la Liga Árabe que el gobierno participará de la cumbre Ginebra II -que intentará acordar un alto el fuego con la oposición que intenta derrocarlo-, pero anticipó que lo hará con la condición de que "el pueblo sirio sea quien decida" en el proceso de transición.

El anuncio fue hecho por Al Muallem al enviado de la ONU y la Liga Árabe, Lakhdar Brahimi, durante un encuentro en Damasco. Minutos antes, Brahimi se había reunido con Hassan Abdel Azim, presidente del Comité de Coordinación Nacional para el Cambio Democrático, la oposición tolerada por el régimen de Bashar Al Assad que, a diferencia de otros grupos opositores, defiende reformas políticas y una transición pacífica.

Está previsto que Brahimi vea mañana miércoles al presidente Al Assad, si las conversaciones con Al Moallem "van bien". El presidente había dicho la semana pasada que saludaría el regreso de Brahimi a Damasco siempre que "se limite a su mandato y no lo sobrepase". "Está al frente de una misión de mediación", dijo y sentenció: "Un mediador debe ser neutral.

Damasco acusó al enviado especial de la ONU de "parcialidad" en el conflicto, por haber criticado al gobierno. Brahimi señaló que son los sirios quienes deben decidir qué papel desempeñará Al Assad en el futuro de su país.