El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, no resistió la presión de las potencias occidentales y decidió retira la invitación a la República Islámica de Irán de la cumbre internacional de Ginebra II que tiene el cometido de alcanzar una solución política a la situación Siria.

Ban Ki-Moon
El gobierno iraní lamentó la iniciativa de la ONU y ratificó que su país nunca va a aceptar condiciones previas para participar. Moscú calificó la decisión final del secretario general de Naciones Unidas como un "gran error".

Tal como lo habíamos expresado en apenas se dio a conocer la invitación formal de la ONU hacia Irán para participar de Ginebra II, Arabia Saudita, Estados Unidos, Francia y distintos países que poyan a los mercenarios que agreden al pueblo sirio, inmediatamente rechazaron la presencia en la cumbre de la República Islámica.

El argumento para inhabilitar a Teherán de Ginebra II es que no participó de la primera cumbre y que no expresó públicamente su adhesión al documento emitido en dicha oportunidad. El trasfondo político más inmediato indica que las correlaciones de fuerza en la región giraron de aquel momento en que se desarrolló ese primer encuentro y el que está programado para mañana en Suiza.

En el camino hubo una gran ofensiva del Ejército Árabe Sirio apoyado por Hezbolláh, Irán, Rusia y las fuerzas kurdas, que hizo retroceder a las bandas armadas salafistas al punto de su aniquilamiento. Situación que hizo replantear a los gobiernos patrocinadores de los mercenarios a cambiar la estrategia agresora para derrocar al Presidente Bashar Al-Assad planteando una intervención directa de las Fuerzas Armadas estadounidenses con el bombardeo marítimo a Siria, pero la armada rusa, ubicada en el puerto de Tartus, logró en octubre de 2013 interceptar los primeros misiles de prueba y desbarató la aventura norteamericana.

A partir de ese momento el eje de la resistencia en Medio Oriente creció en iniciativa política y militar, y el escenario para los países agresores se les complicó más de la cuenta. Una cumbre internacional donde se pretende una solución real al conflicto sirio sin la presencia de Irán no tiene peso específico si tomamos en cuenta que es uno de los principales actores políticos de la región.

El gobierno persa lo interpretó en este sentido y los manifestó a través vicecanciller iraní, Seyed Abás Araqchi, al asegurar que "todo el mundo sabe que sin Irán, las posibilidades de una verdadera solución en Siria no son serias".

"Estábamos dispuestos a participar en la conferencia de Ginebra II y a desempeñar nuestro papel, pero no aceptamos una condición previa que estrecharía una solución con parámetros definidos", sostuvo el funcionario iraní publicado en HispanTV.

A la mañana la primera voz del gobierno de Irán que salió a criticar la postura de la ONU fue el viceministro de Asuntos Exteriores para África y Países Árabes, Hosein Amir Abdolahian, que dijo: "Irán dejó clara su postura de que participaría en la conferencia Ginebra II sin condiciones previas. No obstante, debido a que Estados Unidos insiste en imponerle condiciones, la República Islámica no va a acudir al foro".

También el canciller de la República Islámica, Mohamad Yavad Zarif, cuestionó la repentina decisión de Ban Ki-Moon de retirar la invitación al asegurar que "este comportamiento no es adecuado para un secretario general". También, Zarif, explicó que había mantenido varias charlas con el secretario general de la ONU y que habían acordado que no se le impondrían condiciones previas a Irán para que participe de Ginebra II, pero "lamentablemente, Ban Ki-Moon retiró su invitación bajo las presiones", en alusión al rechazo que hicieron ayer Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña luego que Irán confirmó su presencia. Por su parte, el Canciller de Rusia, Serguei Lavrov, sostuvo que la decisión de la ONU de quitarle la invitación a Irán es un "gran error". Y sostuvo que el principal problema que se enfrenta en Siria son las bandas armadas terroristas vinculadas a Al Qaeda y que son financiadas por varios de los países que impugnan la participación de Irán.

"La oleada de extremismo y terrorismo que se intensificó durante la crisis siria representa un problema gravísimo (...) la mayor parte de los políticos serios reconocen que la actividad de grupos vinculados a Al Qaeda es la más grande amenaza en Siria", sentenció Lavrov.

Militar iraní pone en guardia a Siria contra las "trampas de Ginebra"

Poco antes del inicio de la Conferencia de Ginebra-2, un alto responsable del Ejército iraní ha pedido a Siria que refuerce la vigilancia.

"Siria debe tener cuidado de no caer en trampas durante la Conferencia de Ginebra-2", dijo el jefe adjunto de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, Massud al Yazairi.

"EEUU y los partidarios de los terroristas que actúan en Siria, y que han fracasado en sus intentos de derrocar al gobierno sirio, intentan compensar su fracaso en el terreno político. De ahí la necesidad de que los sirios se mantengan vigilantes y mantengan una actitud de escepticismo con respecto a sus interlocutores", señaló.

El general iraní añadió: "Las victorias del gobierno y del pueblo sirio en una de las más grandes guerras en contra del terrorismo de la historia deberán continuar hasta la erradicación definitiva de los grupúsculos terroristas".

Según él, la base de la conferencia no deben los acuerdos con las potencias occidentales o los regímenes árabes retrógrados, sino "la decisión que tome el pueblo sirio sobre su futuro".

Ginebra-2 debería también lograr, según el militar iraní, que EEUU y los regímenes árabes retrógrados de la región pongan fin a su apoyo al terrorismo.