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Unos 30 médicos resultaron heridos, algunos de gravedad, por los manifestantes extremistas que enfrentan a la policía en Kiev con cocteles molotov de napalm, piedras, garrotes e instrumentos pérforo-cortantes, aseguró hoy una fuente oficial.
Elena Bedenko, jefa de la Comisión del Derecho Médico de la Asociación de Abogados de Ucrania, afirmó en entrevista al canal TV 112 que algunos de esos facultativos permanecen hospitalizados con lesiones graves.

A los profesionales de la salud que llevan señales identificativas los manifestantes radicales les arrojan intencionalmente piedras y otros objetos, lamentó la letrada en sus declaraciones.

La ministra de Salud, Raisa Bogatiriova, por su parte, reconoció que ella sabía de las palizas recibidas por los médicos en la Plaza de la Independencia (Maidán) y otros espacios del centro de la capital ucraniana.

El Servicio Estatal para Situaciones Excepcionales de Ucrania invocó esta semana la Convención de Ginebra de 1949 para la protección de la población civil durante acciones bélicas debido a las agresiones de extremistas antigubernamentales contra su personal.

Llamamos a no obstaculizar las labores de los bomberos y otras fuerzas, incluidos médicos y religiosos para apagar fuegos y salvar vidas en peligro en medio del conflicto iniciado en Kiev y que ya se extiende a otras regiones, advierte el comunicado.

Tales acciones negativas de los manifestantes radicales constituyen un delito y ya provocaron siete heridos en los últimos días entre los socorristas, agrega el texto entregado a medios de prensa.

El documento, asimismo, exhorta a los participantes en los enfrentamientos a actuar con responsabilidad y evitar la utilización de fuego directo en lugares donde se encuentren grandes concentraciones de personas.

Vitali Zajárchenko, ministro del Interior, afirmó en un comunicado publicado en la web de esa cartera que los manifestantes radicales almacenaron grandes cantidades de un líquido de propiedades similares a las del napalm.

La mezcla mucilaginosa dificulta extinguir las llamas y puede producir quemaduras que conducen a la muerte, por lo cual todo intento de encender estos medios de combate sería tratado como un atentado contra la vida de los agentes de seguridad, advirtió el titular.

Víktor Páschenko, principal experto en explosivos del Ministerio, explicó a la televisión que al caer sobre el cuerpo humano, la mezcla comienza a arder rápidamente a una temperatura muy alta, además de adherirse a la ropa y la piel, con gran dificultad para extinguirla.

Desde el reinicio de los disturbios en Kiev, tres policías murieron, más de 300 resultaron heridos y 118 de ellos fueron hospitalizados con lesiones craneales, fracturas, quemaduras, heridas cortantes y punzantes e intoxicaciones por sustancias no identificadas, según la fuente.