• De los 30 fallecidos se han identificado 29 cadáveres.
  • Desde el día del suceso, la cifra de desaparecidos, que llegó a incluir a 170 personas, ha ido descendiendo.
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© desconocidoUnos 30 muertos y 13 desaparecidos dos semanas después del alud en EE.UU.
Al menos 30 muertos y 13 desaparecidos deja el trágico alud ocurrido el 22 de marzo en una zona rural del estado de Washington (costa oeste), declarado "gran catástrofe" nacional por el presidente de EE.UU., Barack Obama, indicaron hoy las autoridades.

De los 30 fallecidos se han identificado 29 cadáveres, señalaron las autoridades en la rueda de prensa con la que cada noche desde hace dos semanas se informa del recuento de víctimas de la que ya se considera la peor catástrofe natural del estado de Washington en el último siglo y uno de los peores desprendimientos de tierra de la historia de EE.UU.

El pasado 22 de marzo, un corrimiento de tierras se llevó por delante casas y árboles y sepultó bajo el lodo una zona rural cercana a Oso, un municipio de unos 200 habitantes situado 60 kilómetros al noroeste de Seattle, uno de los principales centros urbanos del país.

La avalancha de lodo que aplastó las viviendas de esta pequeña zona rural no pudo llegar en peor momento, ya que se produjo el sábado por la mañana, cuando la mayoría de los residentes estaban en sus hogares y no en el trabajo o en las escuelas, como habría ocurrido en un día laborable.

Desde el día del suceso, la cifra de desaparecidos, que llegó a incluir a 170 personas, ha ido descendiendo mientras que la de fallecidos confirmados ha aumentado hasta los 30 actuales.

El barro que sigue acumulado y que en algunos puntos llega casi a los 23 metros de altura, complica la recuperación de los cuerpos.

En los días posteriores al derrumbe han salido a luz numerosos documentos, estudios geológicos y comunicaciones gubernamentales que muestran, según los medios locales, que tanto los habitantes de la zona como las autoridades conocían el riesgo de un deslizamiento de tierra.

Sólo la mitad de las 49 casas destrozadas estaban habitadas de manera permanente, puesto que la población de Oso es variable, uno de los factores que alimentaban en un principio las esperanzas de las autoridades en que la cifra de reportados como desaparecidos incluyera a personas que no estaban en la zona en el momento del suceso.