Paradigmático. Dos proyectos frente a frente. El escenario mundial se parte en dos, como el juego del ajedrez, casillas y piezas negras contra blancas. Pero no con reglas claras, ese es el dilema. Más bien, las de la guerra, en donde, como dicta el refrán, "de todo se vale". Así está ahora Estados Unidos frente o contra el mundo.

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Por cierto que, en esto sí la circunstancia tiene gran parecido con la "guerra fría", en lo referente a la confrontación; de ahí la confusión sobre "el regreso de la guerra fría". Solo que no hay más, por ejemplo, bipolaridad. Los enemigos del pasado no están.

Ni el Estados Unidos es la gran potencia en expansión con una economía boyante, como tras el triunfo de la 2ª GM. Tampoco Rusia, sobreviviente de la exURSS, es el mismo proyecto del "socialismo real".

Lo que sí tenemos sobre el tablero del ajedrez global es un intento de imponer, por todos los medios, una hegemonía perdida ya. En otras palabras: EU pretende, utilizando todos los artilugios imaginables, revivir a su Frankenstein en plena corrosión.

EU utiliza la guerra contra el mundo, de la mano de herramientas como: 1) la siembra del terror con mercenarios que atentan directa y vilmente contra la población civil en varios países; 2) articulando confrontaciones armadas en torno a la existencia de reservas, como los yacimientos energéticos (para su apoderamiento, en regiones como el Oriente Próximo; igualmente en África), y; 3) el intento al mismo tiempo de someter a contrarios (el bloqueo comercial a Rusia que ha sido a la fuerza para los países de la desUnión Europea, léanse las declaraciones del vicepresidente de EU, Joe Biden), señalados "enemigos" como Rusia y China.

Más allá del presidente débil que resulta Barack Obama, el sector radical de la derecha republicana gringa está avanzando con su estrategia de "control mundial" para implementar utilizando el terror (McCain aceptó reunirse con líderes del EIIL) el tan deseado por ellos Nuevo Orden Mundial (NOM) del que hablara por vez primera "el padrino" George Bush un 11/S (¡¡¡sic y re contra sic!!!) de 1990.

Por eso se habla tanto del presunto retorno de la doctrina Bush Jr. de "guerra preventiva" instaurado desde el 11/S de 2001; como de las tesis del Henry Kissinger también sobre el NOM; el financiamiento de proyectos de fundaciones como la Rockefeller y otras; el rol de organismos como el Club Bilderberg, etcétera. Todos en el intento de instaurar dicho NOM con la supremacía de Washington.

Pero como que al igual que a Obama que intenta salvar a su presidencia de la intrascendencia, a EU tampoco le resulta y más bien parece ir a contracorriente y edificar su tumba en un Nuevo Desorden Mundial (NDM).

En cambio, tanto a Rusia como a China las cosas les están saliendo a pedir de boca. No sin grandes desafíos, pero ambos países mueven sus piezas con cautela y empleando estrategias como las alianzas políticas o las asociaciones económicas. Son las piezas blancas del juego.

El "gran acuerdo" entre Rusia y China para el abastecimiento del gas, por 400 mil millones de dólares, firmado en mayo pasado. Otro, el "acuerdo militar de la década", suscrito por ambos países en agosto. De reciente creación (hace tres días), la Unión Eurasiática entre Rusia, Bielorrusia y Kazajistán. El intento de ambos países de abandonar el dólar como moneda de cambio comercial. Etcétera.

Así se está construyendo el NOM, con el impulso de proyectos como los BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), con otros ejes. Es la multipolaridad; las piezas del ajedrez en acción. Mientras EU va en picada.
Salvador González Briceño
Director de El Día en 2009. Correo: sgonzalez@reportemexico.com.mx