Cada vez existe más evidencia de que el ser humano es un organismo simbiótico que comparte la producción y procesamiento de energía con los microbios que viven en nuestra microbiota: nuestras entrañas, qué duda cabe, son sede de emociones y dolencias, por lo que mantener con buena salud nuestra microbiota puede explicar la persistencia de otras enfermedades hasta ahora no diagnosticadas.

fatiga crónica


Un estudio publicado en la revista Microbiome describe cómo un equipo médico diagnosticó acertadamente la encefalomielitis miálgica/síndrome de fatiga crónica al 83% de un grupo de pacientes a través de muestras de sangre y excremento; además del hecho de que ahora el diagnóstico se logró por vías no invasivas, los investigadores descubrieron que "la microbiota de las bacterias estomacales en los pacientes con encefalitis miálgica y síndrome de fatiga crónica no son normales", y que los pacientes que la sufren pueden padecer también "síntomas inflamatorios gastrointestinales".

El autor en jefe de dicho estudio, Maureen Hanson, ha calificado de "ridícula" la idea de que la fibromialgia y la encefalomielitis tengan un origen psicológico. Ludovic Giloteaux, otro de los autores, cree que su investigación abrirá las puertas para que en el futuro próximo los médicos receten más prebióticos y probióticos, además de cambios en la alimentación, en lugar de fármacos.

¿Pero cómo se relacionan las bacterias de tu estómago con el síndrome de fatiga crónica? Parece ser que la respuesta se encuentra en un sistema inmunológico demasiado activo: la fatiga crónica, pues, no sería una enfermedad en sí misma, sino uno de los síntomas de un problema con la microbiota, que también puede presentarse como dolores en las extremidades, migrañas y dolores intestinales.