"Si tal 'obra' muestra los verdaderos valores occidentales, sus propietarios y defensores están destinados a la soledad en el futuro", dijo Konashénkov.
Añadió que no es sorprendente que los rusos que hace un rato posaron con las camisetas Je suis Charlie se queden en silencio.
El dibujo publicado por Charlie Hebdo presenta un avión cayendo en pique y a un solista del Conjunto cantando "A-a-a-a-a-a".
La imagen se acompaña por la leyenda: "El repertorio del coro del Ejército Rojo se amplía".
En la mañana del 25 de diciembre, un Tu-154 del Ministerio de Defensa ruso que partió de Moscú con destino a Latakia, Siria, cayó en el mar Negro poco después de despegar del aeropuerto de Sochi donde hizo una escala para repostar.
A bordo de la aeronave se encontraban ocho tripulantes y 84 pasajeros, entre ellos 64 integrantes del Conjunto de Canto y Danza Alexándrov del Ejército ruso que se dirigían a Siria para dar un concierto en la base de Hmeymim, así como ocho militares, nueve periodistas y la famosa activista humanitaria Elizaveta Glinka.
Charlie Hebdo se hizo famoso después del ataque contra su sede en París el 7 de enero de 2015, cuando dos maleantes entraron en la oficina y abrieron fuego contra sus empleados.
El incidente fue el primer en una serie de ataques en Francia producidos del 7 al 9 de enero y causaron 17 muertos.
Dos hombres sospechosos de realizar el ataque, los hermanos Said y Cherif Kouachi, fueron eliminados por las fuerzas armadas de Francia en una operación el 9 de enero.
Comentario: La respuesta de Konashénkov es tal vez la más apropiada de las que hemos escuchado hasta el día de hoy. Con la cantidad de tragedias que ocurren a diario, eventualmente Charlie Hebdo se habrá burlado de todo el mundo, aislándolos así de la humanidad entera. Su sátira, que en algún momento pudo causar gracia, está condenada a desaparecer.