Traducido por el equipo de SOTT.net

Un extraño enjambre sísmico en la frontera entre Alemania y la República Checa podría indicar la existencia de magma en movimiento bajo la superficie.
Vogtland
© honza28683 via Getty ImagesAunque no está cerca del límite de una placa tectónica, la región de Vogtland es conocida por sus enjambres sísmicos.
Los seísmos se han producido en Vogtland, una región conocida por sus enjambres sísmicos periódicos de baja intensidad. Estos enjambres suelen durar varias semanas y provocan sacudidas leves. Según Torsten Dahm, geofísico del Centro Alemán de Investigación en Geociencias (GFZ) que dirige un proyecto de vigilancia de la región, los mayores seísmos conocidos de la zona son de magnitud 4,5 aproximadamente.

Dahm y sus colegas han terminado recientemente de desplegar una nueva red de sismómetros instalados en pozos de sondeo en la zona de Vogtland. Estos sismómetros captaron un enjambre sísmico a finales de marzo distinto de otros vistos en la zona: el centro del enjambre saltó 15 kilómetros hacia el norte, en comparación con enjambres anteriores. Y en lugar de producirse en una falla vertical subterránea, parece haber tenido lugar en una estructura subterránea casi horizontal.

"Para nosotros fue una observación un poco nueva y un poco sorprendente", declaró Dahm a Live Science. Esto indica una compleja situación sísmica bajo esta pintoresca región de colinas onduladas y verdes praderas.

Vogtland está lejos de los bordes de las placas tectónicas. Según Dahm, aún no está claro por qué se producen terremotos en la zona, pero lo más probable es que se deban al dióxido de carbono que brota de los fluidos magmáticos a unos 50 km de profundidad. No hay volcanes activos en la zona y hay muy pocos indicios de actividad volcánica antigua, según Dahm.

Uno de los principales interrogantes que se plantea el equipo de investigación es si el magma fundido sale realmente del manto y penetra en la corteza bajo esta región, o si los seísmos están causados por fluidos y gases producidos por el magma.

Según Dahm, es probable que las fuerzas de compresión de la corteza impidan que estos magmas entren en erupción, pero podrían acumularse en ella con el tiempo. De ser así, esto tendría implicaciones para la evolución de nuevos volcanes a lo largo de decenas de miles o cientos de miles de años. En otras palabras, los volcanes podrían entrar en erupción algún día en esta región actualmente tranquila si los magmas se acumulan. O los magmas podrían simplemente permanecer bajo la superficie, sin causar más que pequeños temblores...".

Los hallazgos también pueden tener implicaciones para la actividad sísmica en otras regiones donde la actividad volcánica es posible.

"Ahora, con estas observaciones tan precisas de la sismicidad, existe una buena oportunidad para responder mejor a la pregunta: ¿qué causa realmente los enjambres sísmicos?". afirma Dahm.