La Administración Trump está lista para introducir sanciones contra cinco empresas europeas que, junto a la rusa Gazprom, participan en la construcción del gasoducto Nord Stream 2, comunicó la revista Foreign Policy citando a sus fuentes en la Casa Blanca. El analista de Sputnik Maxim Rúbchenko explica adónde pueden conducir las acciones de EEUU.
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© Sputnik / Sergey Guneev
Sobre la mesa los estadounidenses no excluyen nada para tirar por tierra el gasoducto ruso, apunta Foreign Policy. Desde el Consejo de Seguridad Nacional del país advierten de que el proyecto hace a Europa más dependiente del gas de su vecino y que eso, a su vez, convierte a Rusia en un país "más peligroso e imprevisible". Por eso EEUU "siempre ha expresado bastante abiertamente" que "las sanciones pueden afectar a las empresas que cooperan en el proyecto ruso", explicaba a la prensa la secretaria de Estado, Heather Nauert.


Comentario: Es un miedo existencial en EEUU el que Europa se dé cuenta que tiene muchísimo más sentido hacer negocios con su vecino geográfico que con los lunáticos del otro lado del Atlántico.


"Se trata de las alemanas Wintershall y Uniper, de la francesa Engie, de la anglo-neerlandesa Royal Dutch Shell y de la austríaca OMV. Como ya anunció Tilo Viland, responsable de operaciones de Wintershall en Rusia, en 2017 estas empresas invirtieron en el Nord Stream 2.324 millones de euros. En 2018 tienen planeado volver a invertir lo mismo", señala Rúbchenko.
La presión estadounidense hizo mella en la francesa Engie, que en 2017 comenzó a sopesar abandonar el proyecto. "Si se introducen sanciones, Engie cesará de financiar el proyecto", dijo entonces Pierre Chareyre, uno de los miembros de su ejecutiva.

Con la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear iraní, la relación que mantiene con los franceses no ha hecho más que empeorar. Si a ello se añade la introducción de nuevos aranceles al acero y al aluminio europeos con dirección a Estados Unidos, no se excluye que Engie acabe por hacer concesiones.

Royal Dutch Shell rehúsa por ahora hacer comentarios. La empresa tiene como cliente a Rusia en toda una lista de proyectos y también a Estados Unidos en una lista igual de larga. "Así que también puede ceder al chantaje de la Casa Blanca", advierte Rúbchenko.

La austríaca OMV también está en la línea de fuego, si bien su cooperación con Rusia llega hasta el punto de ser tradicional y el riesgo es menor. La cuestión del gasoducto será clave durante la visita que el mandatario ruso, Vladímir Putin, hará al país el 5 de junio. Precisamente el viaje conmemora los 50 años del primer acuerdo entre Rusia -entonces la Unión Soviética- y Austria para suministrar gas al segundo. El país alpino compra enormes cantidades de gas ruso. "Por eso para los austríacos en el conflicto con Estados Unidos por el Nord Stream 2 es más lógico ponerse de parte de Gazprom y de Europa", augura el columnista.


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El principal blanco de Estados Unidos es Alemania. Ya en abril el mandatario estadounidense exigió a la canciller alemana, Angela Merkel, que su país desterrase el proyecto. El pretexto que utilizó entonces se basó en prometer que su país no introduciría aranceles al acero y al aluminio, a lo que Alemania no cedió.
"Así que ahora la Administración Trump se está decantando por adoptar métodos de persuasión más radicales", opina Rúbchenko.
¿De qué método se está hablando? Washington amenaza ahora con perjudicar al sector automovilístico alemán. De ahí que el 11 de mayo el líder estadounidense se reuniese en la Casa Blanca con los representantes de la industria automotriz del país y anunciase que subiría los impuestos a una serie de autos extranjeros.

"[Trump] criticó especialmente a los fabricantes de automóviles alemanes por, supuestamente, exportar demasiado. Sin embargo, según los datos del Departamento de Comercio de EEUU, en 2017 Alemania exportaba al país 500.000 autos, lo que situó al país por detrás de México, Canadá, Japón y Corea del Sur".

Según los analistas, Trump quiere unir el destino de las importaciones de automóviles alemanes con el del Nord Stream 2, y planea discutir sobre el tema con Merkel durante la cumbre del G7 que se celebrará en Quebec (Canadá) los días 8 y 9 de junio. El mandatario estadounidense "tiene pocas posibilidades de éxito", augura Rúbchenko. Los europeos saben que "no es momento de mostrarse débiles ante Estados Unidos", puesto que, según parece, no llevará a Europa a ninguna parte, puntualiza el analista.

Así que EEUU se encontrará en el G7 con todas las potencias frente a él. "Trump puede acabar aislándose en la cumbre por su política comercial", dejaba caer el ministro de Economía francés, Bruno Le Maire.