En un momento crítico para Guatemala debido al desastre natural ocasionado por la erupción del Volcán de Fuego, Estados Unidos no ha mostrado agilidad a la hora de desplegar sus contingentes de asistencia ante este tipo de situaciones.
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En paralelo, mientras sucedía la XLVIII Asamblea General de la OEA, argumentó que tenía lista la "ayuda humanitaria" a Venezuela e instó al Gobierno venezolano a aceptarla. Siendo Guatemala uno de sus principales socios en Centroamérica, nación que hasta ahora no ha recibido ninguna ayuda, el ofrecimiento de asistencia humanitaria a Venezuela genera enormes dudas.

La tragedia de Guatemala pasa en estos momentos por un desastre natural generado por la erupción del Volcán de Fuego, en las adyacencias de los departamentos de Sacatepéquez, Escuintla y Chimaltenango, entre el centro y el sur de ese país centroamericano. La actividad volcánica produjo al menos 75 muertes y más de 200 desaparecidos, con infraestructuras completamente demolidas y 1,7 millones de personas afectadas, según las instituciones pertinentes.

La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) explicó que el rumbo de la lava se desvió de las barrancas a las faldas del volcán, con ello arrasando dos poblados que no estaban en zona de peligro. En la segunda explosión, el volcán expulsó más de 30 millones de metros cúbicos de restos volcánicos. Los lugareños aledaños a los sitios del desastre han vivido bajo una lluvia de cenizas constante.

Los evacuados suman unos 3 mil 200 en siete comunidades, mientras que más de 2 mil 600 personas están siendo atendidas en albergues de los departamentos de Escuintla y Sacatepéquez.

Reportes mencionan que ese volcán registra un incremento en su actividad, y según el boletín elaborado por el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología de Guatemala, "no se descarta la posibilidad de que se dé un nuevo descenso de flujos piroclásticos en cualquiera de las barrancas principales en las próximas horas o días".

Las imágenes desoladoras de la tragedia se comparan a las llamadas "crisis humanitarias" que medios y potencias occidentales han utilizado como método de intervención.

Y es que contrasta notablemente la atención que recibe Venezuela por parte del gobierno de los Estados Unidos con respecto a Guatemala, que forma parte de la Alianza para la prosperidad del Triángulo Norte de la América Central que la Casa Blanca mantiene con ese país, más El Salvador y Honduras.

Siendo entonces un socio comercial en la región centroamericana, Guatemala se ha visto desamparado por las supuestas "emergencias humanitarias" que el Pentágono tanto ensaya en suelo latinocaribeño.

De hecho, en abril de 2017 el Comando Sur de los Estados Unidos hizo un ejercicio militar multinacional con el objetivo de efectuar un simulacro para afrontar desastres naturales, justamente en el Volcán de Fuego, uno de los 10 más peligrosos de América Latina. La atención y prevención del alto mando militar estadounidense brilla en estos momentos por su ausencia, a pesar de haber ensayado recientemente una "ayuda humanitaria" en el presente escenario, dando por implícito que poco importa al establishment de ese país la vida (hoy en peligro) de miles de guatemaltecos.

Esto se torna aún más escandoloso cuando sabemos que 280 marines, desde hace tres años, están desplegados en Centroamérica, en específico Belice, Honduras, El Salvador y, por supuesto, Guatemala, con la mirada atenta supuestamente a los desastres naturales para asistir de forma "humanitaria".

En junio de 2017, el Comando Sur anunció que instalaría una base militar con meros propósitos "humanitarios" en Retalhuleu, departamento suroccidental de Guatemala. Se supone que debería haber aprestos en ese lugar para movilizar rápidamente un personal militar para la supuesta "ayuda", pero parece haber poca actividad de este tipo, aunque el Comando Sur parece más entusiasta a la hora de declarar sobre Venezuela y hacer ejercicios militares bajo la excusa de la asistencia humanitaria.

De hecho, a tres días de la primera erupción del volcán y de sus consecuencias, el Comando Sur asiste a su "socio" guatemalteco de manera insuficiente, supuestamente rescatando a seis infantes para trasladarlos a Texas. Poco con relación a la tragedia en todas sus dimensiones humanas.

Han sido pocos los gobiernos que ha propuesto ayuda a Guatemala: los de México, Honduras, El Salvador, Costa Rica e, incluso, Israel. Venezuela asimismo ofreció apoyo cuando la administración de ese país lo deseara, respetando el principio de soberanía. El presidente Jimmy Morales dijo que pedirá asistencia internacional sin mencionar a Estados Unidos.

Las evidencias denotan lo que ya se había confirmado con respecto a la "ayuda humanitaria" que dio Trump a Puerto Rico en octubre de 2017: siendo la isla un Estado Libre Asociado, la asistencia de la Casa Blanca y sus militares no hicieron nada para paliar el sufrimiento del pueblo boricua.

Conocemos de antemano que la tal "ayuda humanitaria" no es tal, porque no ayuda. El caso de Puerto Rico, devastada por el Huracán María, es ejemplar para comprender que en realidad se trata de una oferta engañosa y que en lo concreto no resuelve nada. Y eso es válido tanto para sus socios y Estados asociados, como para los países con los que sostiene una política de confrontación, como Venezuela.

Es el drama guatemalteco de ser colonia y no un verdadero socio a la par de Estados Unidos, pues no resalta en la agenda norteamericana y la ayuda no llega en los momentos críticos, como los que vive en este momento el pequeño país centroamericano. En este contexto, sólo refleja que la "ayuda humanitaria" de la que tanto habla el antichavismo en el exterior para Venezuela tiene un interés político, más que caritativo.