El desembarco en Libia de 108 migrantes rescatados en el Mediterráneo por un barco comercial de bandera italiana generó indignación entre organizaciones humanitarias y sectores políticos, para quienes Libia no es un lugar seguro.
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© AFPMigrantes rescatados en el mar Mediterráneo llegan a la base naval de Trípoli, en Libia.

Comentario: Basta ya de hipocresía, si les preocupa que Libia no sea un lugar seguro, por qué miraron hacia otro lado cuando la OTAN invadía Libia, convirtiendo al país más rico de África, mientras el resto se morían de hambre, en una nación totalmente desestabilizada. Lo mismo ha ocurrido en Irak, Afganistán o Siria, donde las armas circulaban desde las grandes corporaciones occidentales hacia los grupos terroristas.

La desestabilización de África y Oriente Medio es la principal causa de esta inmigración masiva en Europa, que sí es una GRAN PROBLEMA para todos, europeos e inmigrantes. El sentimentalismo barato no va a solucionar nada, si no se llega a la raíz del problema y se exigen responsabilidades a los señores de la guerra que han generado todo este caos.


El barco Asso Ventotto, con bandera italiana, rescató el lunes a 108 inmigrantes en una barcaza a unas 60 millas náuticas (unos 110 km) al noroeste de Trípoli (Libia), según datos oficiales del tráfico marítimo.

En esos casos la Guardia Costera italiana, que coordina las operaciones, suele trasladarlos a Italia. Pero desde junio, el gobierno italiano impide el desembarco de los migrantes ilegales y los entrega a los guardacostas libios.

"Libia no es un puerto seguro y se estarían violando leyes internacionales", denunció el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

"Se trata de una verdadera represión colectiva", sostiene Nicola Fratoianni, diputado italiano de izquierda, actualmente a bordo de un barco de una ONG española, que escuchó los intercambios radiales con la nave.

Para la ONG alemana, Sea-Watch, se trata de la "primera repatriación por parte de un barco italiano en años", comentó.

En el 2012, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó a Italia después de que un barco militar italiano entregara inmigrantes a Libia en 2009, entonces liderada por Muammar Gaddafi, quien había suscrito una serie de acuerdos con Italia antes de su caída en 2011.

En Libia los inmigrantes africanos son detenidos en forma arbitraria, sufren el abuso, la violencia y la extorsión, mientras que en Italia el 40% de los que han solicitado asilo en los últimos años han obtenido un permiso de residencia.

Algunos sectores de la formación antisistema M5E, victoriosa en las elecciones, se oponen a la entrega de fragatas italianas a la guardia costera libia para la lucha contra inmigración y han pedido explicaciones a los dirigentes del movimiento.

"Libia no es un lugar seguro (...) no podemos desembarcar a los migrantes allá", aseguró el lunes por la noche Roberto Fico, presidente de la Cámara de Diputados y dirigente del Movimiento 5 Estrellas (M5E), parte de la coalición gobernante.

Sin embargo, Matteo Salvini, ministro del Interior y líder de la ultraderechista Liga, aliada de M5E, rechazó las críticas. "En las últimas horas, la guardia costera libia rescató y llevó a 611 migrantes a Libia", escribió el martes en las redes sociales.

"Las ONG protestan y los traficantes de seres humanos pierden ocasiones de negocios. Eso está bien, vamos a seguir así", agregó Salvini, repitiendo su lema: "Puertos cerrados, corazones abiertos"