Las niñas habían estado encerradas en el auto entre 15 a 18 horas a altas temperaturas.
Amanda Hawkins.
© Kerr County JailAmanda Hawkins.
Amanda Hawkins, una madre de Texas, EE.UU., fue sentenciada a 40 años de prisión tras ser hallada culpable de la muerte de sus dos hijas, de 1 y 2 años, a quienes había dejado encerradas en el auto mientras acudía a una fiesta.

El hecho ocurrió el 7 de junio de 2017. La mujer, de 20 años actualmente, llevó a sus dos pequeñas al hospital, donde no pudieron salvarlas, reseñó The Washington Post.

Hawkins dijo en el centro sanitario que las pequeñas, que se encontraban en un estado deplorable, habían tenido un deterioro de salud luego de oler flores en un lago cercano. Sin embargo, la investigación de la Policía determinó que las niñas habían estado encerradas en el auto entre 15 a 18 horas en un momento en que las temperaturas alcanzaban los 32 grados Celsius en la ciudad texana de Hill Country.

Encontró a las pequeñas inconscientes

Según la versión de la Fiscalía, recogida por el portal Hill Country Breaking News, que estuvo en el juicio contra Hawkins, la mujer dejó a las pequeñas en el auto toda la noche con el motor encendido y el aire acondicionado en marcha.

Un chico de la fiesta, identificado como Kevin Franke, quien también está siendo procesado, testificó que él durmió en el auto, pero despertó como a las 8:00 de la mañana, apagó el motor, dejó las ventanas arriba y fue a entregar las llaves del carro a Hawkins, quien permanecía dormida.

La Fiscalía informó que, apenas al mediodía, la joven madre se despertó, tuvo relaciones sexuales con otro chico de la fiesta y acudió al auto, donde encontró a las pequeñas inconscientes bajo más de 30 grados Celsius de temperatura.

Hawkins tomó a las niñas y las llevó a la casa donde estaban, les echó agua fría en una bañera mientras buscaba en Internet la manera de revivir a personas que habían sufrido agotamiento por calor. Dos horas después decidió llevarlas al hospital, donde tras 40 horas de intentos por tratar de salvarlas, las niñas fallecieron.

"Esas preciosas niñas aún estarían aquí hoy si esto no hubiera ocurrido [...] las personas de nuestra comunidad cuidan mejor a sus mascotas que usted a sus hijas", dijo el juez Keith Williams a Hawkins durante el juicio.