Un vídeo publicado en la red social Twitter mostró a un grupo de uniformados que dice haber tomado desde aproximadamente las 5:00 de la madrugada hora local (9:00 GMT) un comando militar de la Guardia Nacional (componente del ejército) en el oeste de Caracas, específicamente en el sector de Cotiza.
Sputnik / Sergei Mamontov
© Sputnik / Sergei Mamontov
"Venezuela aquí está unida para restablecer el hilo constitucional, ustedes querían esto, nosotros también, ¡ya!, ¡ya basta!", dijo a través de un vídeo colgado en Twitter un funcionario que se identificó como sargento mayor Figueroa.

Los militares han colgado al menos cuatro videos en las redes sociales, en los que afirman que actúan "por Venezuela".



En unas de las publicaciones en la referida red social Twitter, los funcionarios dicen que son cerca de 120 y Figueroa, manifiesta que su madre padece de cáncer.
"Hemos hablado situaciones que no, nos escuchan (...) Mi mamá muriéndose con cáncer (...) Nosotros estamos padeciendo lo mismo que está padeciendo el pueblo de Venezuela", expuso el funcionario.
Reacción del Gobierno venezolano

Por su parte, la Defensa venezolana afirmó que los militares alzados en Caracas fueron "rendidos y capturados", y sus armas fueron incautadas.
"Los delincuentes fueron rendidos y capturados en la sede de la unidad especial de seguridad de Waraira Repano, en Cotiza, municipio Libertador, también adscrita a la Guardia Nacional Bolivariana, a donde se habían dirigido, encontrando firme resistencia por parte de los oficiales y tropas profesionales allí acantonados", señala el texto de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

El ministerio también aseguró en su comunicado que todas sus dependencias funcionan con normalidad tras el frustrado alzamiento de un grupo de militares en la madrugada, que atribuyó a "oscuros intereses de la extrema derecha".

"La Fuerza Armada Nacional Bolivariana rechaza categóricamente este tipo de actos, que con toda seguridad están motivados por oscuros intereses de la extrema derecha", señaló en un comunicado, y añadió que "todas sus unidades operativas, dependencias administrativas e institutos educativos se encuentran funcionando bajo completa y absoluta normalidad".

El ministro Vladimir Padrino López prometió "todo el peso de la ley" a los militares rebeldes.

"Quien ultraje sus armas con infames vicios será castigado con todo el peso de la ley", publicó López en su cuenta de la red social Twitter.


A su vez, el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, confirmó que los militares rebeldes que intentaron tomar el control de un comando en Caracas fueron detenidos luego de un contraataque realizado por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
"Obligados a confinarse en Cotiza, el grupo de asaltantes, fueron neutralizados, rendidos y capturados, en tiempo record, ya están confesando detalles, lo primero que dijeron fue q les ofrecieron villas y castillos y los dejaron solos, q los habían engañado. Nosotros Venceremos!!", escribió Cabello en su cuenta de la red social Twitter.
En un comunicado, el Ministerio de Defensa venezolano informó que, aproximadamente a las 02.50 hora local (06.50 GMT), "un reducido grupo de asaltantes adscritos al comando de zona número 43 de la Guardia Nacional Bolivariana" sometió al comandante del puesto de coordinación policial Macarao.

Desde allí se trasladaron en dos vehículos hasta la sede de un destacamento en Petare, municipio de Sucre, de donde sustrajeron "un lote de armas de guerra" y secuestraron "bajo amenaza de muerte a dos oficiales y dos guardias nacionales".

​Cuando se dirigieron a la unidad especial en Cotiza, fueron reducidos por las fuerzas allí apostadas, indica el comunicado, y añade que "se logró recuperar el armamento robado".

La Fuerza Armada informó que los detenidos se encuentran brindando información a los servicios de inteligencia.

Posteriormente, fuentes policiales informaron a Sputnik que fueron detenidos en total 27 guardias nacionales en el comando de Cotiza, y se recuperaron 39 fusiles, 14 pistolas, una carabina, miles de cartuchos, y 10 chalecos, entre otro armamento que había sido robado por los insurrectos.