Continúan las inspecciones en la central nuclear Hunterston B en North Ayrshire (Escocia) que en marzo de 2018 se vio obligada a apagar un reactor tras detectar unas 400 fallas de dos milímetros de ancho. A un año de aquel episodio, la compañía que opera la planta, EDF Energy, difundió impactantes imágenes.
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Al momento de tomar la decisión de apagar el reactor número tres, los inspectores reconocieron que las fracturas capilares estaban "creciendo más rápido de lo esperado", publica el Daily Mail.


Ahora, la empresa ha publicado material para evidenciar el trabajo que ha estado realizando para solucionar el problema y reactivar el reactor.

"La integridad estructural del núcleo de grafito siempre ha sido el factor más importante para la vida útil de estos reactores. Así que, en última instancia, puede llegar un momento en el que los reactores deban desconectarse y no puedan reiniciarse", advirtió el profesor Neil Hyatt de la Universidad de Sheffield en declaraciones a la BBC.

En tanto, el director de la estación, Colin Weir, señaló a la cadena de medios inglesa que "la seguridad nuclear es nuestra principal prioridad y el reactor tres ha estado apagado durante un año para que podamos realizar más inspecciones".

EDF Energy continuará realizando pruebas para demostrar que el reactor es seguro, incluso ante la eventualidad de un terremoto, y luego pretende conseguir la autorización de las autoridades pertinentes para reactivarlo.