El hecho es que el proyecto, bautizado como Cosmic Call (llamada espacial, en español) no pudo llevarse a cabo en EEUU, ya que los radiotelescopios de Arecibo y Goldstone ya estaban sobrecargados de trabajo.
Así que Chafer optó por colaborar con un equipo de astrofísicos crimeos liderado por Alexandr Záitsev. Desde el radiotelescopio RT-70, ubicado a las afueras de la ciudad de Eupatoria, los investigadores mandaron cerca de 50.000 mensajes a un total de cuatro estrellas de las constelaciones del Cisne y la Flecha.
Además, enviaron al espacio una versión ampliada del legendario mensaje de Arecibo, que contenía información sobre el sistema solar, la Tierra y el ser humano.
"No estáis solos" y "larga vida y prosperidad", así fueron algunos de los textos enviados desde el telescopio RT-70.El 6 de julio de 2003, los astrofísicos llevaron a cabo otra sesión de Cosmic Call.
Esta vez, enviaron un mensaje a varias estrellas de las constelaciones de Andrómeda, Orión, Cáncer, Osa Mayor y Casiopea.
Además, agregaron al mensaje un diccionario visual en ruso e inglés elaborado en 2001 por un grupo de escolares moscovitas.
"Quisiera mandarles a ELLOS las ideas terrestres de la belleza y ahora estoy buscando una manera más correcta de hacerlo, para que ELLOS puedan entender y sentir nuestros conceptos", explicó Záitsev en una entrevista.
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