El presidente Joe Biden declaró una guerra abierta contra los gobernadores conservadores Ron DeSantis, republicano por Florida, Greg Abbott, republicano por Texas, por disentir con las políticas implementadas para enfrentar la pandemia provocada por el virus del Partido Comunista Chino (PCCh). Biden los amenazó con usar sus poderes presidenciales para invalidar su autoridad.
Joe Biden
© La Casa Blanca /Screenshot/YouTubeEl presidente Joe Biden habla en la Casa Blanca el 22 de agosto de 2021.
Durante un discurso en la Casa Blanca esta semana, en el que Biden centró sus palabras en la orden ejecutiva que implementó para promover el uso de vacunas, criticó a los estadounidenses que no desean ser vacunados y condenó enérgicamente a aquellos gobernadores conservadores que centran sus políticas en la libertad y rechazan los mandatos de vacunas, mascarillas y cierres pandémicos.
"Esta es una pandemia de no vacunados", dijo Biden. "Y se debe al hecho de que, a pesar de que Estados Unidos tiene un programa de vacunación exitoso y sin precedentes, a pesar del hecho de que durante casi cinco meses, las vacunas gratuitas han estado disponibles en más de 80,000 lugares diferentes, todavía tenemos casi 80 millones de estadounidenses que no han recibido la vacuna".
Luego de estas palabras, Biden centró sus críticas apuntando a aquellos gobernadores que considera que no están aplicando los protocolos COVID-19 adecuadamente estrictos como él promulga.

"Y para empeorar las cosas, hay funcionarios electos que trabajan activamente para socavar la lucha contra COVID-19", dijo. "En lugar de alentar a las personas a que se vacunen y se enmascaren, están ordenando morgues móviles para los no vacunados que mueren de COVID en sus comunidades".


"Si no ayudan, si estos gobernadores no nos ayudan a vencer la pandemia, usaré mi poder como presidente para sacarlos del camino", agregó amenazante el presidente.

El gobernador De Santis, quien ordenó que las mascarillas sigan siendo opcionales en las escuelas de Florida, presentó una apelación de emergencia luego de que un juez de la corte dictaminó que las escuelas pueden imponer mandatos de mascarillas, reportó el Miami Herald. Finalmente Florida obtuvo la aprobación el viernes para restablecer la suspensión

Posteriormente, DeSantis, mantuvo su postura y anunció que su estado luchará contra el plan del presidente Joe Biden a través del cual el Departamento de Trabajo requerirá que todos los empleadores con más de cien empleados obliguen la vacunación del personal.


Mientras tanto en Texas, Abbott emitió una orden ejecutiva que prohíbe a las escuelas imponer mandatos de máscaras, lo que permite que los padres puedan elegir si quieren que sus hijos la utilicen o no.

Respecto a la medida impuesta por Biden el jueves Abbott respondió tuiteando:
"El mandato de vacunación de Biden es un asalto a empresas privadas. Emití una Orden Ejecutiva que protege el derecho de los tejanos a elegir si reciben la vacuna COVID y la agregué a la agenda de la sesión especial. Texas ya está trabajando para detener esta toma de poder".
Paralelamente otros gobernadores republicanos también rechazaron el discurso de Biden y amenazaron con implementar acciones legales en caso de que el gobierno federal se entrometa en la soberanía estatal.

"Mi equipo legal está listo para presentar nuestra demanda en el momento en que @joebiden presente su regla inconstitucional", tuiteó la gobernadora republicana de Dakota del Sur, Kristi Noem. "Este caso, ejemplo de intrusión federal no se mantendrá".