De acuerdo con la publicación mensual 'The American Conservative', apoyar a Ucrania está llevando a Estados Unidos un borde nuclear. "Es frustrante ver a la clase dominante desgarrarse por Zelenski y su causa", se lee en el rotativo.
Vladimir Zelenski
© AFP 2022 / Genya Savilov
Y es que, de acuerdo con la revista, el conflicto en Europa del Este puede escalar incluso hacia un terreno nuclear entre la OTAN y Moscú. La disputa entre ambas naciones está dirigiendo a Estados Unidos hacia un "Armagedón".

El artículo señala que Zelenski está arrastrando a Estados a un conflicto que cada vez está más cerca de volverse nuclear.
"El hombre ama a su país, y eso es algo admirable. Pero nosotros, los estadounidenses que amamos al nuestro, no debemos permitir que ese patriota ucraniano nos lleve de la nariz al borde de la guerra nuclear", se lee en el artículo.
Asimismo, señala que Zelenski puede ser considerado como un héroe que lucha por su país bajo una lógica nacionalista; sin embargo, no debe ser glorificado como un personaje liberal, mientras que el pueblo ucraniano tampoco es liberal occidental.

The American Conservative apuntó que Zelenski "hizo las paces" con el Batallón Azov, un grupo ucraniano de corte neonazi que ha adoptado como uno de sus principales estandartes a Stepán Bandera, "el nacionalista ucraniano, fascista, antisemita y colaborador nazi de la era de la Segunda Guerra Mundial".

"Zelenski está luchando por el nacionalismo, como todos los ucranianos. ¿Pero el liberalismo? ¿En serio? Zelenski prohibió 11 partidos políticos, ¿liberal? En 2021, un año antes del conflicto, Zelenski prohibió los medios de comunicación prorrusos, ¿liberal?", se lee en el artículo, en donde también de cuestiona el hecho de que el presidente ucraniano haya restringido el habla del ruso para impulsar la identidad ucraniana.


Citando la opinión de Josh Hammer para Newsweek, la revista retoma que "al ciudadano estadounidense promedio no le importa, y no debería importarle, si una o dos subregiones eslavas étnicamente divididas, estratégicamente sin importancia e históricamente disputadas en el este de Ucrania, finalmente reciben órdenes de Kiev o Moscú".
"Dejemos que los rusos se queden con Crimea y el extremo este de Ucrania (el Donbás) que, según los patrones de votación anteriores, está más orientado hacia Rusia y tengamos paz".