A pesar de las enormes pérdidas en términos de hombres y material en Artiómovsk (Bajmut), las fuerzas ucranianas están tratando desesperadamente de aferrarse a la ciudad porque Kiev aparentemente quiere justificar las incesantes y cuantiosas entregas de ayuda militar occidental, afirmó a Sputnik Iván Konoválov, experto militar y analista político.
Russian Soldier Bajmut
© Sputnik / Viktor Antonyuk
Un periódico alemán informó que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y el comandante en jefe de las FFAA de Ucrania, Valeri Zaluzhni, tienen "puntos de vista fundamentalmente diferentes" sobre la situación en Artiómovsk.

Mientras Zaluzhni insiste en la retirada de las fuerzas ucranianas de la ciudad "por razones tácticas", las autoridades de Kiev se adhieren a la postura de que es necesario aferrarse a Artiómovsk, según el periódico.

En este contexto, Konoválov apuntó que los dirigentes ucranianos, "y especialmente el señor Zelenski, quien necesita demostrar a Occidente que las fuerzas ucranianas aún pueden sorprender y demostrar que la ayuda militar occidental no es en vano", no pueden sino aferrarse a Artiómovsk.

El experto militar agregó que "al señor Zelenski no le importan las bajas de las FFAA de Ucrania".
"Su tarea es mostrar a sus comisarios [occidentales] que tal o cual asentamiento sigue bajo el control de las fuerzas ucranianas. Le da igual a qué precio. Solo le interesa una cosa: su imagen ante los comisarios occidentales y los proveedores de armas porque está relacionada con cuánto tiempo estará al timón de Ucrania", señaló.
El analista añadió que "por otra parte, Zaluzhni sabe muy bien que, desde un punto de vista estratégico", la posible caída de Artiómovsk "puede resultar en una catástrofe que sacuda toda la línea del frente central". Además, sugirió que el principal problema de Kiev en esta zona es que "una necesidad política chocó con la conveniencia militar".

Según Konoválov, "la situación [en la ciudad] es obvia y la caída de Artiómovsk es una conclusión inevitable".

El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció el 24 de febrero el lanzamiento de la operación militar especial para defender a las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, frente al genocidio cometido por parte de Kiev.

Últimamente, Artiómovsk ha sido un escenario de cruentos combates debido a su importancia para el aprovisionamiento de las tropas ucranianas en Donbás. Se encuentra al norte de Górlovka, en una zona de la república popular de Donetsk controlada actualmente por Kiev.