Jordon Steele-John calificó el acuerdo como "una de las decisiones de política exterior más catastróficas" y añadió que socava la capacidad de Canberra de ser un "actor independiente".
Nuclear Submarine
© Paul Hennessy / Anadolu Agency / Gettyimages.ruUn submarino nuclear de la Armada de EE.UU. en el puerto Cañaveral, Florida, EE.UU.
El senador australiano Jordon Steele-John se pronunció este martes en contra de la compra de submarinos nucleares de EE.UU. en el marco del acuerdo AUKUS.

"368.000 millones de dólares para comprar ocho submarinos de propulsión nuclear que no serán suministrados hasta que yo cumpla unos 60 años. Y por esto el pueblo australiano obtendrá el privilegio de convertirse en un vertedero de desechos nucleares", afirmó el legislador, de 28 años de edad.

"Es un desperdicio de fondos públicos. Nos pone en peligro. Es una de las decisiones de política exterior más catastróficas que el Gobierno australiano ha tomado nunca, y fundamentalmente socava nuestra capacidad de ser considerados como actores independientes en nuestra región", manifestó. Agregó que Australia queda "encadenada" a EE.UU. para siempre por culpa de AUKUS y que, como consecuencia, otros países de la región no van a dudar que "cuando EE.UU. nos dice 'saltad', respondemos: '¿a qué altura?' y '¿preferiría una voltereta hacia atrás, señor?'".

Además, el senador calificó de "indignante" las críticas de legisladores australianos contra el ex primer ministro Paul Keating, quien criticó el Gobierno actual de su país por adherirse a AUKUS, describiendo la adquisición de submarinos como la "peor decisión internacional de un gobierno laborista" en más de cien años.
  • Tras la creación de AUKUS, Australia rescindió en septiembre del 2021 un contrato con la compañía francesa Naval Group que preveía la construcción de 12 sumergibles convencionales. En vez de ello, Canberra se propuso adquirir una flota de submarinos de propulsión nuclear en el marco de la nueva alianza. En junio, el Gobierno australiano decidió pagar una compensación de 585 millones de dólares estadounidenses a Naval Group.
  • En junio del año pasado, el exministro de Defensa de Australia Peter Dutton reveló planes secretos para adquirir dos submarinos de la clase Virginia de EE.UU. en 2030, lo que generó críticas por parte del actual Ejecutivo.
  • A principios de marzo, el embajador australiano en Washington, Arthur Sinodinos, señaló que Australia garantiza que la tecnología de propulsión nuclear estadounidense estará a salvo y es "segura en términos de filtración a terceros y todo lo demás".
  • La semana pasada Jake Sullivan, consejero de Seguridad Nacional de EE.UU., anunció que "en el transcurso de la década de 2030" Canberra adquirirá tres naves de clase Virginia de propulsión nuclear y armados de manera convencional, con la "posibilidad de subir hasta cinco si es necesario".