Traducido por el equipo de SOTT.net

Rusia dice que está apoyando los esfuerzos para recuperar pruebas forenses del lugar bajo el agua de las explosiones de sabotaje del Nord Stream, que pueden proporcionar pistas sobre el culpable que está detrás. Han aparecido imágenes de un nuevo objeto misterioso, y Moscú afirma que es de vital importancia examinarlo detenidamente.
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© Danish Ministry of Defense
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En una rueda de prensa celebrada el viernes, el Kremlin calificó de "de vital importancia" la recuperación y el examen del objeto, descubierto junto a uno de los gasoductos dañados del Nord Stream.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo durante una sesión informativa diaria:
"Es de importancia crítica determinar qué tipo de objeto es, si está relacionado con este acto terrorista -aparentemente lo está- y continuar esta investigación. Y esta investigación debe ser transparente".
La Agencia Danesa de la Energía ha invitado a la rusa Gazprom (propietaria de Nord Stream 2 AG) a colaborar en la recuperación del misterioso objeto. En realidad, fue Putin el primero en referirse públicamente al objeto y a los esfuerzos de investigación en curso para averiguar de qué se trata, según AFP:
El presidente ruso Vladimir Putin, que reveló el descubrimiento del objeto a principios de este mes, dijo que los expertos creen que el objeto podría ser una antena de señal para activar un explosivo en esa parte de la tubería.

[...] La agencia danesa de la energía publicó a última hora del jueves una foto del objeto cilíndrico situado cerca del gasoducto Nord Stream 2, en el fondo del mar.

La agencia dijo que es "posible" que el objeto sea una boya de humo marítima, de 40 centímetros de alto y 10 centímetros de ancho, y que "no supone un riesgo inmediato para la seguridad".
Entretanto, Peskov declaró en relación con la investigación alemana, sueca y danesa en curso que es "una noticia ciertamente positiva" que Copenhague haya invitado a Nord Stream 2 AG a participar activamente en la investigación.

Desde los atentados clandestinos del 26 de septiembre que inutilizaron permanentemente los gasoductos de Rusia a Alemania que discurren bajo el mar Báltico, la narrativa predominante ha cambiado radicalmente. Inicialmente, los funcionarios y los medios de comunicación occidentales señalaron a Moscú, pero en febrero el legendario periodista Seymour Hersh publicó un informe de investigación en el que detallaba que se trataba de una operación encubierta de la CIA y la Marina estadounidense.

Tras el informe Hersh, las acusaciones de que Rusia bombardeó su propio oleoducto se han desvanecido en gran medida (dado también que obviamente iría en contra de los propios intereses de Rusia), y en su lugar los principales medios de comunicación han avanzado una nueva teoría: que lo hizo un pequeño grupo de operativos ucranianos deshonestos. Sin embargo, el Kremlin ha tachado esta teoría de ridícula, señalando que sólo un Estado y un ejército tendrían los recursos para llevar a cabo una operación tan difícil y compleja. Desde entonces, Hersh ha afirmado, basándose en sus fuentes, que la propia CIA difundió la versión de los "partisanos ucranianos" en medios de comunicación amigos para proteger a la Casa Blanca.