El New York Times ha informado de "una violación significativa de la inteligencia estadounidense en el esfuerzo por ayudar a Ucrania" mediante la filtración de documentos clasificados que se han compartido en las redes sociales. Sus corresponsales citaron a "altos funcionarios de la administración Biden" que al parecer informaron al medio de la noticia. Al final de este artículo se reproducen los documentos que circulan por Telegram y que se parecen mucho a los que menciona el Times.
Ni el New York Times ni los "analistas militares" que cita explican cómo fueron alterados los documentos, ni por qué tienen la apariencia de haber sido manipulados. Sin embargo, dado que los documentos filtrados han llegado en forma de fotografías de documentos impresos, en lugar de archivos originales, hay que considerar la posibilidad de falsificación o alteración.
Los documentos filtrados afirman que Rusia ha sufrido pérdidas de tropas que oscilan entre 16.000 y 17.500, mientras que las pérdidas ucranianas ascienden a 71.500, una diferencia asombrosa que contradice la narrativa triunfalista proyectada por Kiev. Están fechados el 1 de marzo de 2023 y parecen formar parte de una reunión informativa en curso para analizar el progreso de la guerra y planificar una contraofensiva ucraniana.
The Grayzone obtuvo los documentos de un canal público de Telegram. Aunque se parecen a los descritos por el Times, no podemos confirmar su autenticidad.
Según el New York Times, el Pentágono está investigando la filtración mientras la Casa Blanca "trabaja para que sean borrados". El propietario de Twitter, Elon Musk, parece haber confirmado la campaña de presión, comentando sarcásticamente: "Sí, puedes borrar totalmente cosas de Internet; eso funciona perfectamente y no llama para nada la atención sobre lo que sea que estabas intentando ocultar."
Documentos filtrados: Los ucranianos muertos en combate superan a los rusos en una proporción de 4 a 1
Tal vez el dato más destacado de los documentos filtrados se refiere al número de bajas militares, estimándose que las pérdidas ucranianas y rusas están en una proporción de 4 a 1 aproximadamente. Según un documento, 71.500 soldados ucranianos han muerto en combate.
Esa cifra se aproxima a los 100.000 muertos en combate citados por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en un discurso pronunciado en noviembre de 2022, antes de que se retractara. También coincide estrechamente con las declaraciones de uno de los principales asesores del presidente ucraniano Vlodymyr Zelensky, Mykhailo Podolyak, quien declaró a la BBC en junio del año pasado que Ucrania estaba perdiendo entre 100 y 200 soldados al día (200 muertes al día en el transcurso de 370 días entre el lanzamiento de la operación militar rusa y la fecha de los documentos sumarían un total de 74.000).
Otros funcionarios estadounidenses y de la UE han ofrecido cifras radicalmente distintas que sitúan los muertos en combate rusos por encima de las seis cifras. Por ejemplo, el jefe de Defensa de Noruega ha cifrado en 100.000 los soldados ucranianos muertos frente a los 180.000 de Rusia, mientras que el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Mark Miley, afirmó que las pérdidas rusas son "significativamente muy superiores a 100.000".
Otro detalle clave de los documentos se refiere al tamaño de las líneas del frente en Donetsk: Rusia mantiene 91 batallones en el "eje de Donetsk" con unos 23.000 efectivos totales, mientras que Ucrania mantiene ocho brigadas y 40 batallones, con entre 10.000 y 20.000 efectivos totales.
Los documentos también describen las expectativas de entrega de armamento a Ucrania por parte de Estados Unidos y otros países de la OTAN, así como los calendarios de entrenamiento de las fuerzas ucranianas a medida que se acerca la contraofensiva de primavera. El calendario abarca desde enero hasta abril, detallando doce brigadas ucranianas en construcción y las armas que se les han suministrado o se les suministrarán. Se dice que nueve brigadas han sido armadas y entrenadas por Estados Unidos y los aliados de la OTAN, y que seis estarán listas a finales de marzo, mientras que el resto entrarán en acción a finales de abril. Se dice que las brigadas necesitan 253 tanques, 381 vehículos mecanizados, 480 vehículos de motor y más.
Aunque los documentos distribuidos en Telegram contienen detalles importantes sobre la capacidad militar de la OTAN y Ucrania, y ponen de relieve la asombrosa profundidad de la implicación estadounidense en la guerra, su publicación plantea una serie de interrogantes.
Si los documentos fueron parcialmente falsificados, ¿se difundieron para ayudar a Rusia a avanzar en sus objetivos de relaciones públicas, quizás minimizando su número de bajas o inflando el de su enemigo? Ciertamente no engañarían a nadie en el Departamento de Defensa, ya que obviamente tienen los archivos originales a mano. ¿O podría ser que Estados Unidos filtrara los documentos con información errónea esparcida por todo su contenido para confundir a Rusia antes de una ofensiva ucraniana?
También existe la posibilidad de que sean auténticos al cien por cien. De ser así, Ucrania y sus patrocinadores occidentales podrían tener problemas más graves que unos cuantos documentos filtrados.
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