Los documentos secretos de los servicios de inteligencia estadounidenses filtrados mostraron que la India, Brasil, Pakistán y Egipto tratan de quedarse al margen de la rivalidad entre Rusia, China y Estados Unidos, en una época en que el último "ya no es la superpotencia mundial indiscutible", escribe 'The Washington Post'.
Russia US Flag
© Sputnik / Alexey Vitvitskiy
Las naciones en desarrollo, destacó el medio, "se están recalibrando" en un momento en el que EEUU afronta una "nueva y potente competencia, ya que China proyecta un nuevo peso económico y militar" y Rusia "demuestra su capacidad para repeler la presión occidental" y desafiar al país norteamericano.

En cuanto a Pakistán, hace más de 20 años recibió miles de millones de dólares en ayuda económica y de seguridad estadounidense, pero ahora "depende en gran medida de las inversiones y los préstamos chinos". Según uno de los documentos filtrados, la exministra de Exteriores pakistaní Hina Rabbani Khar afirmó en marzo que su país no puede "seguir intentando mantener un punto intermedio entre China y EEUU".

Además, la exfuncionaria indicó que el instinto de preservar la cooperación de su país con Washington acabaría sacrificando todos los beneficios de la "asociación estratégica real" con Pekín.

La India, asimismo, pareció evitar elegir un lado en las tensiones. Sin embargo, dado que lleva mucho tiempo contando con el apoyo de Moscú en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) mientras muestra el suyo en los foros multilaterales, no tiene más remedio que mantener lazos energéticos y económicos con el país euroasiático, apuntó el periódico.

Algunos funcionarios del sur global (partes de Asia, África y América Latina) se están posicionando como "puente diplomático" entre los tres rivales. Entre ellos, resalta The Washington Post, se encuentra el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, que propuso crear un "bloque de paz mundial" para mediar en los intereses de EEUU y China, además de negociar el fin de la crisis ucraniana, plan que Moscú apoyó.

El presidente de otro país suramericano, Argentina, Alberto Fernández, planeaba utilizar una alianza renovada de naciones latinoamericanas que incluyera también a México y Brasil para asegurarse más poder en las negociaciones con EEUU, China y la Unión Europea, según uno de los materiales.

Se enfatizó que las repercusiones de las tensiones de Washington y Moscú son especialmente agudas en Egipto, que recibe más de 1.000 millones de dólares al año en ayudas de EEUU, pero al mismo tiempo estrechó lazos con Rusia, que está construyendo en este país la primera central nuclear y prometió proporcionarle material militar.


Por último, las naciones de Asia Central "tratan de explotar" la rivalidad y sacar su propio beneficio del creciente interés de EEUU, China y Europa. En los documentos se detalló que los líderes de la región "están ansiosos por trabajar con quien ofrezca los resultados más inmediatos", que por ahora es Pekín.

Todos estos cambios en la arena geopolítica, resalta la publicación, dejan patente el hecho de que EEUU está perdiendo su influencia política, mientras que su capacidad de intimidar a los líderes de otros países se ha visto mermada, un hecho del que son conscientes en la Casa Blanca.