La Iglesia católica no apoyó la postura de Occidente en el conflicto en torno a Ucrania, escribió John Allen Jr., periodista y experto religioso estadounidense.
Papa Francisco
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El papa Francisco adoptó una postura sobre la crisis ucraniana que le sitúa más en línea con China, la India y Brasil que con EEUU o el Reino Unido, ya que quiere poner fin al envío del armamento a Kiev por parte de Occidente y negociar un alto el fuego inmediato, apuntó el autor en su artículo para The Atlantic.

Las acciones del pontificio las calificó de "una respuesta deliberada al modo en que la Iglesia católica está cambiando — y seguirá cambiando — en el siglo XXI". Ahora, prosiguió, más católicos que nunca viven fuera de Occidente y no ven el conflicto en los mismos términos que Europa y EEUU.
"La postura de Francisco anticipa el futuro de la Iglesia como fuerza geopolítica, que será mucho menos complaciente con Occidente", destacó.
Además de criticar los esfuerzos de los países occidentales por armar a Kiev, el papa Francisco insinuó que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) merece ser culpada por las hostilidades, citando a menudo a un diplomático anónimo que acusó a la alianza de "ladrar a la puerta de Rusia". Asimismo, Allen Jr. detalla que el sacerdote no condenó al mandatario ruso, Vladímir Putin. Más bien, "Francisco lo elogió como hombre de cultura e incluso sugirió que el presidente estaba actuando por legítimas preocupaciones de seguridad".


Al estar en desacuerdo con Occidente, en lugar de operar de acuerdo con él, Francisco adoptó lo que podría considerarse la primera estrategia geopolítica multipolar del Vaticano, indicó el autor, recordando que durante la mayor parte del siglo XX, la Santa Sede se apegó muy estrechamente a esta parte del mundo. Pero en las nuevas realidades, la situación ha cambiado.
"En lugar de adherirse al consenso occidental, Francisco buscó aliados no tradicionales en sus intentos de encontrar una solución en Ucrania, como el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, en parte para evitar enemistarse con Rusia", profundizó.
Así, las declaraciones del Papa reflejan el enfrentamiento entre el norte global y el sur, y los llamamientos del Vaticano sobre la crisis coinciden con las opiniones de la mayoría de los católicos no pertenecientes a la OTAN, concluyó el periodista.

A principios de esta semana, Francisco aludió vagamente a una misión en la que estaba trabajando para poner fin al conflicto.