Los últimos datos del índice estadounidense The Conference Board postulan la recesión en marcha de la economía de EEUU, afirma el analista bursátil y estratega del banco francés Societe Generale, Albert Edwards.
Market collapse
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Este índice incluye 10 indicadores económicos adelantados, combinándolos en una métrica general, y ahora su índice se encuentra en niveles que se compararan con los que en el pasado significaron el inicio de la recesión. De hecho, Edwards afirma que la recesión ya no es cosa del futuro, sino de la actualidad.

La información proporcionada anteriormente por la Oficina de Estadísticas Laborales de EEUU muestra una tasa de desempleo en EEUU que volvió a bajar al 3,4% con 253.000 nuevos puestos de trabajo, lo que supone el nivel más bajo en más de 50 años para el país.

Sin embargo, en el portal Business Insider Edwards hace hincapié en los detalles de cifras presentadas. "¿Cómo puede estar la economía en recesión cuando las nóminas y el PIB siguen creciendo y muchos de los demás datos parecen, si no sólidos, tal vez aceptables? La respuesta obvia es, al igual que a principios de 2008, las revisiones", dijo el economista al referirse a que estas cifras aún penden de una revisión y no son definitivas.

De acuerdo con su punto de vista, lo importante es que el número de empleos creados en febrero se revisó a la baja, de 326.000 a 248.000, y el de marzo, de 236.000 a 165.000, representando la cantidad más baja de la historia para estos dos meses. Además, aquel mes, la economía estadounidense se enfrentó con uno de los peores resultados desde diciembre de 2020 en términos de las ganancias.


El estado de recesión repercutirá en el comportamiento de los beneficios empresariales en el futuro. Edwards afirmó con bastante preocupación que tienen "un camino muy, muy largo para la caída". Sobre todo porque los márgenes de beneficio siguen siendo elevados a pesar del aumento de los costes de producción.

"Este aumento de los beneficios unitarios en un momento en que los costes unitarios aumentan considerablemente es una clara señal de avaricia empresarial", afirmó Edwards. "No es algo que suela ocurrir nunca", indica.

Edwards detalla también que las cosas se agravan porque las empresas optaron por mantener unos costes elevados para aumentar sus beneficios, que como consecuencia alimenta aún más la inflación. Tales prácticas pueden llevar a una política monetaria más restrictiva por parte de Estado, concluyó.