Unos investigadores han descubierto una forma de "traducir" información cuántica entre distintos tipos de tecnologías cuánticas, con importantes implicaciones para la informática cuántica, la comunicación y las redes.

Una cavidad superconductora de niobio. Los agujeros conducen a túneles que se entrecruzan para atrapar luz y átomos.
Los fotones -partículas de luz- son esenciales para las tecnologías de la información cuántica, pero las distintas tecnologías los utilizan a frecuencias diferentes. Por ejemplo, algunas de las tecnologías de computación cuántica más comunes se basan en qubits superconductores, como los que utilizan los gigantes tecnológicos Google e IBM; estos qubits almacenan la información cuántica en fotones que se mueven a frecuencias de microondas.
Pero si se quiere construir una red cuántica o conectar ordenadores cuánticos, no se pueden enviar fotones de microondas porque el asidero de su información cuántica es demasiado débil para sobrevivir al viaje.