La canciller alemana, Angela Merkel, descartó el sábado enviar armas para ayudar al Gobierno ucraniano a combatir a los separatistas prorrusos, pero dijo que tampoco hay garantías de que su última iniciativa de paz con el presidente francés Francois Hollande, vaya a funcionar.
© Fabrizio Bensch / Reuters
En una conferencia sobre seguridad celebrada el sábado en Múnich, a la que asistieron funcionarios estadounidenses, europeos, ucranianos y rusos, Merkel dijo que el plan francoalemán presentado a Kiev y Moscú fue un intento que merece la pena, aunque reconoció que "no está claro que vaya a fructificar".
Hollande lo calificó como
un esfuerzo desesperado para poner fin al conflicto en el este de Ucrania, que ha costado la vida a más de 5.000 personas. Tras la anterior anexión rusa de la península de Crimea, la crisis ha llevado a nuevos mínimos la relación de Rusia con Occidente.
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Si no logramos encontrar no sólo un compromiso, sino un acuerdo de paz duradero, sabemos perfectamente cuál será el escenario. Tiene un nombre, se llama guerra", dijo Hollande a los periodistas en Tulle, en el centro de Francia.
"Creo que esta es una de las últimas oportunidades, por eso asumimos esta iniciativa", dijo Hollande, en referencia a las conversaciones que la canciller alemana y él mismo tuvieron el viernes con el presidente ruso, Vladimir Putin.
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